Definición de cerveza
La producción y el consumo de cerveza desempeñan un papel importante en las actividades sociales, políticas y económicas de muchas sociedades. Durante la etapa de fermentación de la cerveza, se producen muchos compuestos volátiles y fenólicos. Éstos aportan varias características organolépticas a la cerveza y también proporcionan una identidad a los productores regionales. En esta revisión se describe la síntesis de los compuestos de la cerveza y su papel en las propiedades químicas y sensoriales de las cervezas artesanales, así como sus posibles beneficios para la salud. Esta revisión también describe la importancia de la fermentación para el proceso de elaboración de la cerveza, ya que en esta etapa se producen y metabolizan el alcohol y muchos ésteres volátiles, lo que requiere un control estricto. Los compuestos fenólicos también están presentes en la cerveza y son importantes para la salud humana, ya que se ha demostrado que muchos de ellos tienen actividades antitumorales y antioxidantes, lo que proporciona datos valiosos para los estudios de inclusión de la cerveza en la dieta moderada.
Cerveza deutsch
La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más antiguas[1][2][3] y más consumidas[4] del mundo, y la tercera bebida más popular en general, después del agua y el té[5]. Se produce mediante la elaboración y fermentación de almidones, principalmente derivados de granos de cereales -más comúnmente de cebada malteada, aunque también se utilizan trigo, maíz, arroz y avena-. Durante el proceso de elaboración, la fermentación de los azúcares del almidón en el mosto produce etanol y carbonatación en la cerveza resultante[6] La mayoría de las cervezas modernas se elaboran con lúpulo, que añade amargor y otros sabores y actúa como conservante natural y agente estabilizador. Pueden incluirse otros agentes aromatizantes, como el gruit, las hierbas o las frutas, o utilizarse en lugar del lúpulo. En la elaboración de cerveza comercial, el efecto natural de la carbonatación se suele eliminar durante el proceso y se sustituye por una carbonatación forzada[7].
Algunos de los primeros escritos conocidos de la humanidad hacen referencia a la producción y distribución de cerveza: el Código de Hammurabi incluía leyes que regulaban la cerveza y las cervecerías,[8] y “El Himno a Ninkasi”, una oración a la diosa mesopotámica de la cerveza, servía tanto de oración como de método para recordar la receta de la cerveza en una cultura con pocos alfabetizados[9][10].
Cerveza alemana
La cerveza es una de las bebidas más antiguas, al parecer tiene sus raíces en la antigua Mesopotamia. No era el mismo tipo de bebida que bebemos hoy en día, sobre todo en lo que respecta a la fermentación, que era natural e incontrolada como ahora.
La cerveza tiene 4 ingredientes principales: agua, malta, lúpulo y levadura. El cereal más común para su elaboración ha sido siempre la cebada, aunque, a día de hoy, existen cervezas elaboradas con trigo, centeno, arroz y maíz.
Entre todos sus ingredientes, parece que el lúpulo es el que aporta mayores beneficios para la salud. Sus flores secas se utilizan no sólo para dar a la bebida su típico sabor amargo, sino también para aumentar su conservación.
Gracias a su alto contenido en fitoestrógenos, el lúpulo ya se utilizaba en la fitoterapia en 1.500 como medicamento. Según diversas fuentes, esta hierba, entre los diversos beneficios que se le atribuyen, también tiene propiedades anticancerígenas.
En general, es la llamada cerveza cruda, o mejor dicho, la típica artesanal, la que aporta mayores beneficios para la salud. La ausencia de pasteurización permite mantener intactas sus propiedades organolépticas. De esta manera, tiene más beneficios para la salud.
Propiedades físicas de la cerveza
Se habla mucho de la abundancia de antioxidantes en el vino, pero la cerveza tiene otros tantos. Los antioxidantes específicos son diferentes porque los flavonoides de la cebada y el lúpulo son distintos de los de la uva, pero los antioxidantes son algo bueno. La cerveza también es más rica que el vino en proteínas y vitamina B. Aún mejor, la cerveza contiene hierro, calcio, fosfatos e incluso fibra. Revista de Agricultura y Química de los Alimentos
Los estudios sugieren que el consumo moderado de cerveza* puede reducir la probabilidad de sufrir ataques al corazón, derrames cerebrales o enfermedades cardíacas en comparación con quienes no beben. De hecho, los estudios que evalúan los beneficios relativos del vino frente a la cerveza y los licores sugieren que el consumo moderado de cualquier bebida alcohólica se asocia con menores índices de enfermedades cardiovasculares. Revista de Medicina de Nueva Inglaterra
Beber cerveza podría ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cálculos renales. Según un estudio reciente, los hombres y mujeres que declararon beber una cantidad moderada* de cerveza redujeron su riesgo de desarrollar un cálculo en un 41 por ciento. Las cervezas que contienen mucho lúpulo -por ejemplo, las cervezas pálidas- son ricas en fitoquímicos que favorecen la salud renal. Revista clínica de la Sociedad Americana de Nefrología