La mejor manera de cocinar las espinacas sin perder sus nutrientes
Al igual que otras verduras de hoja verde oscura, las espinacas son una fuente de nutrientes. Dado que todos los métodos de cocción destruyen parte del valor nutricional, la mejor manera de maximizar la ingesta de nutrientes es comer espinacas frescas crudas.
Cuando eso no sea adecuado, conserve la mayor parte del valor nutricional reduciendo al mínimo el agua utilizada para cocinar las espinacas y el tiempo de cocción. La mejor manera de conservar todos los antioxidantes, vitaminas y minerales al cocinar las espinacas frescas es cocerlas al vapor en el fogón.
Llena un bol grande con agua fría y sumerge las espinacas en él para lavar las hojas. Mueve suavemente las espinacas en el agua y luego escúrrelas. Repite la operación hasta que no se acumule suciedad o restos en el agua.
Lleve unos centímetros de agua a ebullición en una olla a fuego medio-alto. Coloque una cesta de cocción al vapor en la olla y asegúrese de que no esté en contacto con el agua; si lo está, vierta el agua que sea necesaria.
Sazone las espinacas al gusto. Espolvoree un poco de sal y pimienta para realzar el sabor. El ajo, la albahaca, la cúrcuma u otras hierbas y especias frescas aportan sabor adicional y beneficios para la salud. Añade un poco de aceite para darle sabor, humedad y grasas insaturadas saludables, pero úsalo con moderación porque aumenta las calorías. Un poco de zumo y ralladura de limón fresco también es una buena adición.
La mejor manera de comer espinacas crudas o cocidas
No cabe duda de que las espinacas, bajas en grasa y en carbohidratos, son un superalimento por su contenido en vitaminas y minerales. Si se consumen crudas, los potentes antioxidantes y las propiedades inflamatorias de estas hojas verdes aportan multitud de beneficios nutricionales, como mejorar la salud de los ojos, combatir la depresión y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Con sólo 23 calorías por cada 100 gramos, o 3 1/3 tazas, de espinacas crudas, es posible que desee incluir esta saludable verdura en su dieta con frecuencia. Como referencia, necesitarías 450 gramos de espinacas frescas para preparar una taza de espinacas cocidas.
Las espinacas, que aportan 2,2 gramos -el 6 por ciento del valor diario (VD) por cada 100 gramos- de fibra, en su mayoría insoluble, benefician al sistema digestivo al añadir volumen a los alimentos que pasan por los intestinos, lo que puede ayudar a prevenir el estreñimiento. Aumentar la ingesta de fibra dietética ayuda a la salud intestinal y hace que te sientas lleno para controlar el peso. El contenido de fibra de las espinacas es una ventaja, sobre todo para quienes padecen diabetes de tipo 2.
La mejor manera de comer espinacas para perder peso
Con el Día Nacional de las Espinacas a la vuelta de la esquina, el 26 de marzo, nos apetece celebrarlo. ¿Qué mejor manera de destacar los increíbles beneficios para la salud de esta verdura que ayudándole a encontrar más formas de comer espinacas?
Los CDC estiman que sólo 1 de cada 10 adultos come suficientes frutas y verduras. Ese porcentaje se reduce aún más cuando se observa la ingesta de frutas y verduras entre los hombres, los adultos jóvenes y las personas empobrecidas.
Si tan pocas personas cumplen las recomendaciones diarias, saltarse estos dos grupos de alimentos no es tan malo… ¿verdad? Sigue leyendo para descubrir la respuesta a esta pregunta, además de tres nuevas recetas que tienes que probar.
Los nutrientes de la fruta y la verdura también favorecen tu salud de otras maneras. Por ejemplo, algunas verduras tienen un alto contenido en nutrientes como la vitamina A, que aporta beneficios para los ojos y la piel. Otras contienen vitamina C, un nutriente importante para una sonrisa sana y bonita.
Todas las verduras son estupendas, pero hay una que destaca. Las espinacas son lo que se conoce como un alimento funcional, lo que significa que tienen una gran variedad de nutrientes, vitaminas y otras sustancias químicas naturales que promueven múltiples aspectos de la salud.
La mejor manera de comer espinacas para obtener hierro
Además de las ensaladas, los zumos y los batidos, las espinacas son estupendas cocinadas en combinación con ciertas verduras. Aquí tienes una receta sin gluten ni lácteos que puedes probar cuando quieras algo sencillo, contundente y saludable.
Originarias de Persia, las espinacas son de la misma familia que la remolacha y la quinoa. Comer espinacas, en diferentes formas, todos los días, reduce el estrés oxidativo o la presión arterial, protege nuestros ojos y ayuda en otras diferentes condiciones como la anemia.
Por supuesto, estos valores pueden cambiar cuando las espinacas se cocinan, pero sus beneficios para nuestra salud se mantienen. Las vitaminas C y A son potentes antioxidantes que favorecen nuestra inmunidad y nos ayudan a tener una piel y un pelo bonitos. La vitamina K favorece la coagulación de la sangre y el ácido fólico es esencial para las mujeres embarazadas, pero también para el funcionamiento normal de nuestras células y tejidos. Media taza de espinacas cocidas contiene 130 mcg de ácido fólico, el ¼ de la dosis diaria recomendada, por lo que hay que tener en cuenta que para esta sustancia específica, las espinacas son mejores cocidas, no crudas.