Beber cerveza todos los días
Buenas noticias: OregonLive informa de que un estudio realizado en el Estado de Oregón demostró que a los ratones a los que se les dio una dieta alta en grasas y xantohumol (“un sabor natural que se encuentra en el lúpulo y la cerveza”) se les redujeron significativamente los niveles de insulina y colesterol. La mala noticia es que habría que beber 3.500 pintas al día para ingerir ese nivel de xantohumol. Noticia interesante: eso es sólo ~3.496 cervezas más de las que se beben en un día determinado.
Teniendo en cuenta que las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en Estados Unidos, lo más probable es que tengas un ataque al corazón a lo largo de tu vida. Sí, es una mierda. Por otro lado, el hecho de tener uno no significa que tengas que dejar de beber cerveza. Al contrario: investigadores de Harvard descubrieron que los hombres que bebían dos tragos al día (es decir, una botella/lata de cerveza) tenían “un 42% menos de probabilidades de morir de una enfermedad cardíaca”.
Una universidad de Madrid descubrió que beber dos cervezas al día “limitaba la capacidad del aluminio para dañar el cerebro”, lo cual es bueno, porque se cree que el aluminio es un factor que provoca el Alzheimer. ¿Significa eso que si se beben cuatro cervezas, se pueden duplicar los efectos de la cerveza contra el aluminio? Sólo hay una forma de averiguarlo. (Además, probablemente no.)Flickr/Leah BuckleyMejora el sueño
¿Es saludable la cerveza?
Hay muchas pruebas que apoyan los beneficios para la salud del consumo moderado de alcohol. Desde los antioxidantes de una copa de vino hasta los efectos de un delicioso brebaje que mejora el estado de ánimo, hay muchas razones para darse un capricho de vez en cuando.
Dicho esto, hay ocasiones en las que conviene evitar el alcohol. Pero eso no significa que tengas que limitarte a beber agua o refrescos azucarados cuando salgas. Ahora, cada vez es más fácil encontrar cerveza sin alcohol de gran sabor para satisfacer tus papilas gustativas.
Pero, si prefieres los deportes más físicos, es mejor que esperes a terminar de jugar para darte un capricho. Resulta que el sodio de la cerveza sin alcohol beneficia la recuperación tras el ejercicio. Además, los líquidos y los hidratos de carbono que contiene la cerveza también ayudan al cuerpo a recuperarse después de un ejercicio extenuante.
Varios estudios han examinado la capacidad de rehidratación y el efecto diurético de la cerveza con diferentes contenidos de alcohol, desde el cero hasta el cuatro por ciento. En general, cuanto menor es el contenido de alcohol, mayor es la capacidad de rehidratación del organismo.
La cerveza es buena para la salud
La tasa comparativamente baja de enfermedades cardíacas en Francia, a pesar de una dieta que incluye mucha mantequilla y queso, ha llegado a conocerse como la paradoja francesa. Algunos expertos han sugerido que el vino tinto marca la diferencia, algo que la industria vitivinícola ha apoyado con fuerza y de corazón. Pero la paradoja francesa va mucho más allá del vino tinto. La dieta y el estilo de vida en algunas zonas de Francia, especialmente en el sur, tienen mucho en común con otras regiones mediterráneas, y esto puede explicar parte de la protección contra las enfermedades del corazón.
Algunos estudios han sugerido que el vino tinto -especialmente cuando se bebe con las comidas- ofrece más beneficios cardiovasculares que la cerveza o los licores. Estos estudios van desde comparaciones internacionales que muestran una menor prevalencia de enfermedades coronarias en los “países consumidores de vino” que en los países consumidores de cerveza o licores. [2, 3]
El vino tinto puede contener varios compuestos, además del alcohol, que podrían relajar las paredes de los vasos sanguíneos y evitar la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL, colesterol “malo”), un paso inicial clave en la formación de la placa llena de colesterol. Estas sustancias se denominan polifenoles, entre ellos un tipo específico llamado flavonoides que confiere el color y el sabor únicos del vino. Los flavonoides se encuentran en otros alimentos vegetales como los arándanos, las fresas, las manzanas, las cebollas, el chocolate negro y el té. Algunos polifenoles específicos del vino tinto son el resveratrol, la quercetina y las epicatequinas. [4] El vino tinto suele recibir más atención que el blanco porque contiene una cantidad de polifenoles 10 veces mayor. Sin embargo, puede haber otros compuestos activos en el vino blanco que ofrezcan un efecto cardioprotector. [4]
Beneficios del alcohol
Seguro que tienes que agradecerle a la cerveza que te haya ayudado a conocer a tu novia, que haya impulsado algunas de tus mejores historias y que haya sacado a relucir tus peores pasos de baile. Pero resulta que hay muchas otras razones increíbles y científicamente probadas para amar una buena cerveza.
Investigadores italianos descubrieron que los bebedores moderados de cerveza tienen un 42% menos de riesgo de padecer enfermedades cardíacas que los no bebedores. Para obtener la máxima protección, mantén tu consumo a una pinta -con un 5 por ciento de alcohol por volumen- al día, dicen los investigadores. Brinde por su salud con una de estas cervezas de verano.
Investigadores holandeses analizaron a 38.000 profesionales de la salud masculina y descubrieron que cuando los hombres que no eran grandes bebedores empezaban a beber moderadamente durante 4 años, eran significativamente menos propensos a ser diagnosticados de diabetes tipo 2.
Brindemos por no tener que volver a tener una piedra en el riñón, o si tienes suerte, nunca. Investigadores de Finlandia descubrieron que cada botella de cerveza que un hombre bebe a diario reduce el riesgo de desarrollar cálculos renales en un 40%.
Los investigadores no pueden explicar exactamente la relación, pero especulan con que un elevado consumo de líquidos no sólo permite un número excesivo de idas al baño, sino que también podría mantener los riñones funcionando correctamente. Además, los investigadores dicen que el lúpulo de la cerveza puede ser el responsable de la correlación, ya que ayuda a frenar la liberación de calcio del hueso, que podría ser reabsorbido por los riñones en forma de dolorosos cálculos.