Mejor cerveza amarga
A la hora de beber cerveza, hay que tener en cuenta muchos factores. Los principales son el amargor, la variedad de sabores presentes en la bebida y su intensidad, el contenido de alcohol y el color. Los estándares para estas características permiten determinar de forma más objetiva y uniforme las cualidades generales de cualquier cerveza.
La escala de “grados Lovibond” o “°L” es una medida del color de una sustancia, generalmente cerveza, whisky o soluciones de azúcar. La determinación de los grados Lovibond se realiza comparando el color de la sustancia con una serie de portaobjetos de vidrio de color ámbar a marrón, normalmente mediante un colorímetro. La escala fue ideada por Joseph Williams Lovibond[1] El Método de Referencia Estándar (SRM) y los métodos de la Convención Cervecera Europea (EBC) lo han sustituido en gran medida, dando el SRM resultados aproximadamente iguales a los °L.
El Método de Referencia Estándar o SRM[2] es un sistema que los cerveceros modernos utilizan para medir la intensidad del color, aproximadamente la oscuridad, de una cerveza o mosto. El método consiste en utilizar un espectrofotómetro o fotómetro para medir la atenuación de la luz de una determinada longitud de onda, 430 nanómetros (azul), a su paso por una muestra contenida en una cubeta de dimensiones normalizadas situada en el recorrido de la luz del instrumento.
Escala de amargor de la cerveza
Las cervezas con lúpulo y amargor se están convirtiendo en una gran tendencia en el sector de la cerveza artesanal y parece que todas las cervecerías intentan elaborar las cervezas más lupuladas que pueden. Las cervezas con lúpulo, como una IPA fuerte, son un sabor obligado y a menudo se refieren a sabores como el cilantro: o lo amas o lo odias.
Aunque las cervezas lupuladas y amargas utilizan la malta como base fuerte, es el lúpulo el que aparece como sabor dominante en estas cervezas. La generosa adición de lúpulo en el proceso de elaboración es lo que da a estas cervezas su amargor.
Es importante tener en cuenta que el hecho de que una cerveza se considere “lupulada” no siempre significa que vaya a tener un sabor amargo. Haga clic aquí para saber más sobre las diferencias entre los términos “lupulado” y “amargo”.
Con la popularidad de las cervezas lupuladas y amargas, es probable que se haya encontrado con algunas pero haya tenido miedo de probarlas. Las cervezas lupuladas y amargas requieren un paladar específico y no a todo el mundo le van a encantar. Una cerveza popular conocida por ser amarga es la Alexander Keith’s India Pale Ale.
El lúpulo en la cerveza
Aunque se utiliza en distintas proporciones según el estilo que se elabore, TODA la cerveza se hace con grano, lúpulo, levadura y agua.GranosLos granos (cebada, trigo, arroz, maíz, avena, centeno, etc.) son muy parecidos a los que se utilizan para hacer muchos cereales de desayuno. La cebada y el trigo deben someterse a un proceso de malteado antes de poder utilizarlos para hacer cerveza (los demás no). El proceso de malteado simula la germinación del grano, que metaboliza los azúcares naturales del grano (llamados maltosa), que es de lo que se alimenta la levadura durante la fermentación. Para ello, la semilla se pone en remojo en agua hasta que la planta empieza a crecer. Justo antes de que salga de la semilla, se introduce en un horno y se seca. El método de secado permite obtener diferentes colores y sabores de la malta.
Los granos aportan a la cerveza tres cualidades importantes:Sabor y aroma de la malta – Van desde el suave sabor a maíz hasta el quemado y el mohoso, con muchos puntos intermedios.Color – Está determinado por el tipo de malta utilizada. Todas las cervezas se elaboran con una gran proporción de maltas de color claro, porque tienen sustancias químicas especiales, llamadas enzimas, que convierten el almidón de la malta en azúcar.Materia fermentable – Significa el “alimento de la levadura”. Los azúcares derivados de la malta proporcionan todo el alimento que la levadura consumirá y convertirá en alcohol y dióxido de carbono.LúpuloEl lúpulo proporciona a la cerveza un aroma picante, una variedad de sabores y un amargor entre delicado e intenso que equilibra el dulzor de la malta. Son las flores de una vid perenne que se asemejan a suaves piñas verdes y contienen un polvo amarillo llamado lupulina. Las resinas y aceites que contiene este polvo son vitales para la elaboración de la cerveza.
La cerveza es amarga o dulce
Hay pocas cosas mejores que una cerveza helada en un día caluroso. Lo más probable es que, cuando abra una cerveza este verano, no piense mucho en la química, pero son las sustancias químicas particulares de la cerveza, producidas en el proceso de elaboración, las que le dan su amargor y su sabor. Se trata de un verdadero trabajo de equipo químico, con varias familias químicas importantes, cada una de las cuales aporta algo diferente pero vital para el sabor final de la cerveza.
En primer lugar, merece la pena hablar del proceso de elaboración que lleva a la creación de la cerveza. Antes de comenzar la elaboración de la cerveza, hay que preparar la cebada para la elaboración. Para ello hay que remojarla en agua, dejarla germinar durante varios días y secarla en un horno. A continuación, se descompone en un molino para que las enzimas puedan llegar más fácilmente a las moléculas de almidón durante la fermentación. Una vez descompuesto, se muele con agua caliente, produciendo mosto, un líquido rico en azúcar.
El mosto se cuela y se transfiere al hervidor de cerveza. Aquí es donde se añade el lúpulo, junto con otros ingredientes. El proceso de ebullición esteriliza el mosto, mientras que el lúpulo añade amargor y sabor a la cerveza. Los sólidos se separan y la mezcla se enfría hasta una temperatura en la que se pueda añadir la levadura de forma segura, ya que ésta no puede crecer a altas temperaturas. La levadura se añade en un tanque de fermentación, donde la cerveza se deja fermentar y los azúcares se convierten en alcohol. A continuación, se traslada a un tanque de maduración, donde permanece más o menos tiempo en función del estilo de cerveza, tras lo cual se filtra y se embotella.