La cerveza es buena para la salud
El estudio analizó los datos de más de 190.000 adultos, en su mayoría de mediana edad, que nunca habían tenido cálculos renales. En un periodo de ocho años, 4.462 desarrollaron cálculos, y los que bebían más bebidas azucaradas eran los más propensos a padecerlos.
El Washington Post informó de que los que bebían una o más bebidas de cola azucaradas al día tenían un riesgo un 23% mayor que los que las bebían una vez a la semana; el riesgo de los refrescos claros no azucarados era un 33% mayor para los que bebían uno al día, frente a uno a la semana.
En cuanto a la reducción del riesgo de cálculos renales, la cerveza se situó en primer lugar, cuando se consumía una vez al día frente a una a la semana. El riesgo se redujo en un 41% con una cerveza diaria, pero el vino también resultó beneficioso, con una reducción del 33% del riesgo con una copa diaria frente a una semanal de vino blanco y un 31% con el vino tinto.
Los investigadores del estudio añadieron que toda la información procedía de las respuestas a los cuestionarios de los participantes en el estudio, por lo que el tamaño de las porciones podía variar según las bebidas.
La cerveza es buena para el corazón
El alcohol forma parte de muchas culturas y se consume habitualmente en diversos acontecimientos sociales como bodas y otras celebraciones. El reto para las personas que padecen una enfermedad renal es que el consumo de alcohol puede suponer un esfuerzo adicional para los riñones, lo que, con el tiempo, puede afectar a su función renal y/o provocar otras enfermedades crónicas como la hipertensión arterial. Entender la relación entre el alcohol y la enfermedad renal crónica le ayudará a tomar el control de su salud y a proteger sus riñones. Si está experimentando síntomas de enfermedad renal o vive con una enfermedad renal crónica, limitar el consumo de alcohol puede ayudarle a preservar la función renal.
Los riñones sanos trabajan para eliminar el exceso de residuos, toxinas y líquidos de la sangre. Cuando funciona correctamente, el alcohol es una de las toxinas que los riñones filtran del cuerpo. Sin embargo, el alcohol puede deshidratar su sistema, perjudicando la capacidad de los riñones para funcionar y mantener el equilibrio correcto de líquidos en la sangre. El consumo excesivo de alcohol también puede debilitar o dañar los riñones, impidiéndoles filtrar la sangre correctamente. El consumo excesivo de alcohol también puede aumentar la presión arterial, lo que con el tiempo puede dañar los riñones.
La mejor cerveza para limpiar los riñones
Cuando una persona bebe alcohol, afecta al riñón de diferentes maneras. En primer lugar, el alcohol es una sustancia nociva por sí misma que los riñones, junto con el hígado, se encargan de expulsar del cuerpo.
Por último, el alcohol es un diurético, lo que significa que elimina el agua del cuerpo, haciendo que se orine más y dejando el cuerpo deshidratado, lo que provoca desequilibrios en los electrolitos y aumenta el riesgo de cálculos renales y otras complicaciones.
El alcohol tiene efectos adversos en casi todos los órganos del cuerpo. No puede ser un remedio para ninguna enfermedad, ya que los peligros son demasiados. El alcohol también puede dañar el hígado y los riñones incluso en una persona con riñones sanos.
Para las personas que padecen una enfermedad renal junto con una diabetes de tipo 2, beber alcohol puede ser peligroso, ya que un exceso de alcohol puede provocar un descenso drástico de los niveles de azúcar en sangre, especialmente si se consume con el estómago vacío.
La ERC es una enfermedad sin cura. La dieta de un paciente con ERC debe controlarse cuidadosamente para evitar que se agrave aún más el estado de los riñones.
La cerveza es buena para la infección renal
Algunas personas no deberían beber en absoluto. Pregunte a su proveedor de atención médica si es seguro para usted beber, especialmente si tiene una condición médica o toma medicamentos que podrían verse afectados por el consumo de alcohol. Las mujeres, las personas mayores y las que tienen un cuerpo más pequeño deben tener especial cuidado. Por supuesto, se aconseja a las mujeres embarazadas que no beban alcohol.
Consulte siempre a su médico para asegurarse de que es seguro beber alcohol. Incluso si es seguro, es importante beber con moderación. Una buena pauta es: no más de una o dos bebidas al día para los hombres y una bebida al día para las mujeres y los mayores de 65 años.