1 cerveza antes del entrenamiento
No hay nada mejor que disfrutar de una bebida fría y refrescante después de un sudoroso entrenamiento o una larga caminata. Tanto si eres un aventurero al aire libre, un corredor, un ciclista o cualquier otra cosa, tomarse una cerveza después de correr o de montar en bicicleta suele ser algo social que todo el mundo espera. Pero, ¿cómo afecta a la recuperación el hecho de beber una cerveza después? Analicemos lo que sabemos hasta ahora.
El consumo de cualquier tipo de alcohol después de un ejercicio intenso tiene una serie de inconvenientes. Uno de ellos es la inflamación. Al hacer ejercicio, las células musculares comienzan a descomponerse, lo que conduce a la inflamación, ya que el cuerpo comienza a reparar cualquier daño celular a través de la síntesis de proteínas. Sin embargo, si se añade alcohol a la mezcla, sólo se contribuye a la inflamación. Un estudio descubrió que el alcohol contribuye a la inflamación en todo el cuerpo, incluido el intestino, lo que puede perjudicar su correcto funcionamiento. Al añadir inflamación sobre más inflamación, su cuerpo está trabajando en exceso para mediar cualquier efecto negativo.
El alcohol también actúa como diurético, lo que significa que te deshidrata al forzar la salida de líquidos de tu cuerpo. Mantenerse hidratado, especialmente después de un entrenamiento, es crucial para la recuperación. A medida que tus músculos comienzan a repararse mediante la síntesis, necesitan estar hidratados para que el proceso sea eficiente y eficaz. Si tus músculos no están bien hidratados, tu entrenamiento y tu recuperación muscular pueden verse obstaculizados.
Café y ejercicio
Una botella de Fear the Dark de Red River Brewing Company, una lager alemana oscura y refrescante con notas de café y chocolate, se encuentra en la barra de la cervecería en Shreveport, Luisiana, el 16 de marzo de 2019. (Sargento Primero Garrett L. Dipuma/Foto de la Guardia Nacional del Ejército de los Estados Unidos)
Una vez me hicieron una pregunta interesante con respecto a beber cerveza y hacer ejercicio. Al parecer, un antiguo radiomano de la Armada había desarrollado bastante barriga desde que se retiró y tenía curiosidad por saber si debía dejar la cerveza para perder peso. El caballero no sólo disfrutaba bebiendo de 2 a 4 cervezas diarias, sino que también había dejado de hacer ejercicio.
Más de 90 millones de estadounidenses disfrutan bebiendo cerveza. Muchos médicos, así como el New England Journal of Medicine, han demostrado que beber moderadamente es un componente saludable de la longevidad. De hecho, el consumo moderado de alcohol, incluida la cerveza, puede reducir los efectos del colesterol alto, las enfermedades cardíacas, algunas formas de cáncer e incluso la impotencia.
La barriga de “inactividad” está causada por el exceso de calorías en la dieta y la falta de actividad para quemarlas. La solución para perder la barriga cervecera es tan sencilla como que las calorías que se ingieren deben ser menores que las que se gastan (o se gastan mediante el ejercicio).
Cerveza y culturismo
La cerveza ligera o de bajo contenido en alcohol -definida en el estudio como la que tiene menos de un 4% de alcohol- podría ser una bebida eficaz para la recuperación después del entrenamiento, según un nuevo estudio. Las conclusiones, tituladas A Systematic Review of Beer and Exercise (Revisión sistemática de la cerveza y el ejercicio), se publicaron en el International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism en julio.
“Habría que beber una tonelada de alcohol para alcanzar la cantidad de carbohidratos necesaria para el ejercicio”, afirma el doctor Jaison Wynne, coautor del estudio. “En ese momento, estarías en un estado de estupor demasiado grande como para siquiera hacer ejercicio”.
Sin embargo, después de un entrenamiento, la cerveza ligera puede tener otro beneficio: la presencia de polifenoles. Estos tienen el potencial de mantener el rigor del sistema inmunitario y reducir el riesgo de infecciones respiratorias asociadas al entrenamiento intenso, según Men’s Health.
Además, el papel de los polifenoles en nuestra salud ha sido considerado por la profesora Rosa M. Lamuela-Raventós, del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona. Lamuela-Raventós afirmó en un seminario web celebrado en julio que los polifenoles presentes en el vino tinto podrían ayudar a quemar las calorías de los alimentos.
Ejercicio del lucio
Los autores no trabajan, consultan, poseen acciones o reciben financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no han revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
La gente empieza a correr, y otros tipos de ejercicio, principalmente para ponerse en forma y perder peso. Pero a menudo también hay un aspecto social. Después de una agotadora carrera, a algunas personas les gusta retirarse al pub o al club para tomar una cerveza helada.
Si nos fijamos en las cifras, correr utiliza principalmente las reservas de carbohidratos (azúcar) y grasa del cuerpo para proporcionar energía a la actividad muscular, y una persona de 70 kg de media quema aproximadamente 120 calorías por kilómetro recorrido. Una pinta de cerveza o de cerveza rubia contiene unas 200 calorías, por lo que un consumo moderado de cerveza después de correr es poco probable que provoque un aumento excesivo de peso. Sin embargo, en igualdad de condiciones, el número de calorías que contiene la cerveza obliga a recorrer distancias bastante largas para compensar un consumo excesivo.
El ejercicio prolongado provoca el agotamiento de las reservas de glucógeno (azúcar) del hígado y del músculo esquelético. Estas reservas son importantes para contrarrestar la fatiga y mantener el rendimiento del ejercicio para no “chocar con el muro”. Por ello, a menudo se recomiendan las dietas ricas en carbohidratos para los deportistas más activos.