Recetas fáciles de cangrejo
Extremadura, en el oeste de España, es mi lugar de nacimiento y siempre estará cerca de mi corazón, pero también me siento muy a gusto en el País Vasco. Es uno de mis lugares favoritos del mundo, tanto por su comida como por su gente.
Para la gente del País Vasco, la comida es lo más importante. Es compartir grandes platos alrededor de la mesa; es celebrar ocasiones felices; es una forma de vida. Por mucho que me guste visitar a mis amigos en sus creativas cocinas con estrellas Michelin, lo que más me gusta es la comida sencilla, los buenos ingredientes de origen local cuando es posible, cocinados con poco esfuerzo.
Uno de mis platos favoritos del País Vasco es el cangrejo. Me encanta de cualquier forma. Para mí, no hay nada mejor que sentarse con amigos alrededor de una mesa con una de estas bellezas delante, sacando toda la gloriosa carne del caparazón, de las pinzas y de las patas.
Cuando recomendamos vinos para combinar con nuestros platos, buscamos un vino que no sobrecargue el plato, o viceversa. Cuando se trata de combinar vinos con pintxos, hay que buscar el contraste. Por ejemplo, un pintxo con sabores dulces puede maridarse con vinos con un toque ácido; un pintxo salado puede ir bien con un vino dulce; para preparaciones crudas, vinos más añejos; y para cosas amargas, vinos tánicos. Estas combinaciones pueden parecer arriesgadas, pero a menudo dan lugar a los mejores maridajes.
Salsa de cangrejo con mantequilla
Al igual que Stephania, me sorprendieron los hermosos despliegues de estos aperitivos a base de pan vasco en Barcelona y más tarde en San Sebastián. Los cocineros de pintxos dedican mucho tiempo y creatividad a planificar y decorar estas pequeñas y sabrosas tapas, apilando coloridas tiras de salmón ahumado o espolvoreando pimentón, o colocando pequeños trozos de pasta de membrillo o pimientos picados por encima. Las bandejas de colores brillan como joyas en los mostradores de la barra, cada una de las tapas clavada con un palillo en el redondo crujiente de abajo.
En mi primera parada en un bar de pintxos, me deshice virtuosamente de los palillos, ¡sólo para descubrir que el montón que faltaba era mi cuenta del bar! Por eso, incluso los pintxos con ingredientes untables como el queso crema o la ensalada de atún se marcan con un palillo. Y los cocineros son muy ingeniosos a la hora de fijar casi cualquier cosa a las pequeñas rebanadas: montones de pequeñas anguilas plateadas, pimientos rellenos, casi cualquier cosa que se pueda poner en un plato. La base de pan hace que todo sea perfectamente portátil.
Una bandeja de pintxos es una forma divertida, bonita y práctica de servir aperitivos antes de la cena o incluso como un almuerzo creativo y colorido. Puede hacer que los ingredientes sean bastante sustanciosos y, si tiene amigos que evitan el pan, incluya algunos ingredientes que se puedan retirar de las piezas de pan, como pequeños pasteles de cangrejo o trozos de tortilla de patatas y huevos. Los pintxos son especialmente buenos para un cóctel. Asegúrese de que las rebanadas de la baguette sean lo suficientemente grandes para que sus invitados puedan equilibrarlas en la parte superior de sus copas de vino mientras se mueven. Elija un buen pan, pero evite las baguettes muy crujientes. Según mi experiencia, es más probable que se rompan al intentar cortarlas y también al morderlas.
Tapas de Gildas
Cocer el centollo en agua con sal durante 15 minutos desde que empiece a hervir. Sofreír la cebolla y el puerro picados en aceite de oliva. Añadir el tomate pelado y cortado en dados, y dejar cocer durante 15 minutos hasta que los dados se ablanden y se conviertan en una salsa. Abrir el centollo y verter el jugo en la cacerola con la salsa. Añade un chorro de brandy y mezcla bien. Retirar la carne de las patas del centollo y el cuerpo en trozos grandes (utilizar un mazo para romper las patas). Mezclar con la salsa y llevar a fuego lento. Verter en el caparazón vacío y cubrir con un poco de mantequilla y pan rallado. Gratinar en el horno.
Recetas de pintxos
Los pimientos del piquillo rellenos son uno de los pintxos más típicos del País Vasco. Los mejores pimientos del piquillo, recogidos a mano y asados, proceden de Lodosa, un pequeño pueblo cercano a Pamplona famoso por sus pimientos de “pico pequeño”. Los pimientos del piquillo se suelen rellenar con morcilla, cangrejo o bonito, una especie de atún apreciada por su carne más clara y su sabor más rico.
Nosotros elegimos el bonito para nuestra receta de pimientos del piquillo rellenos, mezclándolo con chalota finamente picada, una pequeña porción de mayonesa y abundante zumo de limón y condimentos. El sabor ahumado y a la brasa de los piquillos con el sabor fresco y marino del bonito y el pan crujiente sobre el que se sirve son una combinación sencilla pero ganadora.