Bizcocho de chocolate
El bizcocho es un pastel ligero hecho con claras de huevo, harina y azúcar,[1] a veces fermentado con levadura en polvo[2] Los bizcochos, fermentados con huevos batidos, se originaron durante el Renacimiento, posiblemente en España. [Se cree que el bizcocho es uno de los primeros pasteles sin levadura, y la primera receta de bizcocho en inglés se encuentra en un libro del poeta inglés Gervase Markham, The English Huswife, Containing the Inward and Outward Virtues Which Ought to Be in a Complete Woman (1615)[4]. Los bizcochos se convirtieron en el pastel que se reconoce hoy en día cuando los panaderos empezaron a utilizar huevos batidos como agente de fermentación a mediados del siglo XVIII. La creación victoriana de la levadura en polvo por parte del fabricante inglés de alimentos Alfred Bird en 1843 permitió añadir mantequilla a la receta tradicional del bizcocho, lo que dio lugar a la creación del bizcocho Victoria.
La primera receta conocida de bizcocho (o pan de galleta) de The English Huswife (1615) de Gervase Markham se prepara mezclando harina y azúcar con huevos, y luego se condimenta con semillas de anís y cilantro. [5] Las descripciones del siglo XIX del “pan de avral” (galletas funerarias) varían de un lugar a otro, pero a veces se describe como “galletas de esponja” o un “bizcocho crujiente” con una ligera espolvoreada de azúcar”.[6] Las recetas tradicionales de bizcochos estadounidenses se apartaron de los métodos de preparación anteriores, añadiendo ingredientes como vinagre, levadura en polvo, agua caliente o leche.[7]
Sponge cake deutsch
El proceso de elaboración del bizcocho de algodón japonés es similar al de la mayoría de las recetas de bizcochos. Sin embargo, hay algunos detalles finos que explicaré en detalle en los siguientes apartados.
Medir 100 g de harina común y tamizarla al menos una vez. Lo que quiero decir con harina común es cualquier harina de trigo que esté etiquetada como harina para pasteles o harina para todo uso. El porcentaje de gluten en este tipo de harinas es relativamente bajo, entre el ocho y el diez por ciento, lo que es ideal para hacer bizcochos.
Tamizo la harina no porque esté sucia. Las harinas que obtengo localmente son muy limpias, pero quiero asegurarme de que no haya grumos ni partículas grandes. La finura de la harina es fundamental para conseguir la textura algodonosa. Si consigues harina de pastelería superfina, hazlo. Mejorará notablemente la textura del pastel. Como esta vez no he podido comprarla, tengo que tamizar la harina para asegurarme de que el pastel saldrá bien.
Poner 75g de mantequilla sin sal en una sartén/ cacerola a fuego lento hasta que se derrita. Puedes derretir la mantequilla en el microondas a fuego lento durante un minuto. Vigile la mantequilla y no la dore, ya que alterará el sabor y el olor de la misma.
Qué es el bizcocho
La pastelería es una masa de harina, agua y manteca (grasas sólidas, como la mantequilla o la manteca de cerdo) que puede ser salada o dulce. La bollería azucarada suele describirse como repostería. La palabra “pastelería” sugiere muchos tipos de productos horneados elaborados con ingredientes como harina, azúcar, leche, mantequilla, manteca, levadura en polvo y huevos. Las tartas pequeñas y otros productos dulces horneados se denominan pasteles. Entre los platos de pastelería más comunes se encuentran los pasteles, las tartas, las quiches, los croissants y las empanadas[1][2].
La pastelería se diferencia del pan por tener un mayor contenido de grasa, lo que contribuye a una textura escamosa o desmenuzable. Una buena masa es ligera, aireada y grasa, pero lo suficientemente firme como para soportar el peso del relleno. Al hacer una masa quebrada, hay que tener cuidado de mezclar bien la grasa y la harina antes de añadir cualquier líquido. De este modo se garantiza que los gránulos de harina queden adecuadamente cubiertos por la grasa y sea menos probable que desarrollen gluten. En cambio, si se mezcla en exceso, se obtienen largas hebras de gluten que endurecen la masa. En otros tipos de pastelería, como la pasta danesa y los croissants, la textura hojaldrada característica se consigue extendiendo repetidamente una masa similar a la del pan de levadura, extendiéndola con mantequilla y doblándola para producir muchas capas finas.
Buenas características del bizcocho
El método de esponja y masa es un proceso de elaboración de pan en dos pasos: en el primer paso se hace una esponja y se deja fermentar durante un periodo de tiempo, y en el segundo paso la esponja se añade a los ingredientes de la masa final,[1] creando la fórmula total.[2] En este uso, los sinónimos de esponja son levadura de arranque o levadura de pre-fermentación. [3][nota 1] En la panadería francesa, el método de la esponja y la masa se conoce como levain-levure[4]. El método recuerda a los métodos de masa madre o levain; sin embargo, la esponja se elabora con todos los ingredientes frescos antes de utilizarse en la masa final[5][nota 2].
Un fermento de esponja suele ser un proceso pegajoso que utiliza parte de la harina, parte o toda el agua y parte o toda la levadura de una fórmula de masa total o recta. Las esponjas muy líquidas de consistencia pastosa se mezclan con un látigo, una cuchara o un tenedor. Las esponjas de menor hidratación, más rígidas, se mezclan ligeramente o se amasan justo hasta que la masa empieza a desarrollarse. La esponja se deja reposar y fermentar durante un periodo de tiempo en un entorno de temperatura y humedad deseadas. Cuando ha transcurrido el tiempo de fermentación de la esponja o ésta ha alcanzado una característica de crecimiento volumétrico deseada, se añaden los ingredientes de la masa final. El gluten se desarrolla en el proceso de mezclado o amasado, y luego puede ser procesado a través de otros ciclos de trabajo y descanso antes de ser probado y luego horneado.