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Si alguna vez se ha preguntado por qué terminar una comida con un postre es una buena idea -aparte del encanto de los sabores dulces y ricos-, en realidad hay una razón científica. Los científicos de la alimentación lo explican como “estómago de postre”, cuando nuestros sentidos nos dicen que ya no queremos comer los tipos de alimentos salados que tuvimos para nuestra comida, y estamos listos para una nueva experiencia de sabor.
Las investigaciones también sugieren que darse un capricho con el postre puede ayudar a facilitar la digestión y elevar los niveles de serotonina en el cerebro, haciéndonos sentir más tranquilos y felices. Tal vez el mejor postre sea el chocolate, del que se sabe que ayuda a reducir la presión arterial y a mejorar la salud del corazón. Pero seamos sinceros: ¡disfrutamos del chocolate por su sensación de sabor!
Los chefs de nuestro restaurante frente al mar en Caimán han creado un postre rico y decadente en nuestra tarta de chocolate Millionair, que lleva caramelo, sorbete de chocolate y bizcocho de chocolate, decorado con un disco de chocolate y pan de oro para una hermosa presentación.
Una de las razones por las que nos enorgullecemos de ser uno de los mejores lugares para cenar en Caimán es nuestra experiencia en la fusión de sabores: nuestro Coffee Creme Brulee, por ejemplo. La rica base de natillas está aromatizada con café y el postre lleva una mezcla de frutas y un glaseado de cardamomo. ¿Qué no se puede adorar?
Comida de postre
¿Cuántas veces los fanáticos de la salud que nos rodean nos han hecho sentirnos culpables por darnos un capricho con los dulces “sin razón aparente”? Un sinfín de sermones sobre la necesidad de comer postres con moderación o no comerlos en absoluto parecen resonar en nuestros oídos cada vez que se nos ve mordisqueando nuestros dulces favoritos.
Aunque en realidad no necesitamos una razón para comer postres, hay quienes se preguntan asombrados por qué somos amables con nosotros mismos con tanta frecuencia sin una razón adecuada. Sin embargo, para los conocedores de los postres, no importa la ocasión ni la época del año. Más bien, se trata de alimentar el alma con comida que les haga sentir que por fin han encontrado el cielo en la tierra.
Comer postre no significa que tengas poco o ningún autocontrol. Sólo significa que tienes un buen sentido de lo que quieres (a veces es sólo un pecaminoso pastel de queso con arándanos), y que tienes lo que se necesita para honrar estos antojos.
A largo plazo, negarnos constantemente estos sencillos placeres puede hacernos sentir que no los merecemos y también puede hacernos sentir resentidos como seres humanos, especialmente a las personas como yo para las que el postre es un verdadero amor. La idea es obtener placer de cosas sencillas como comer tus dulces favoritos.
Por qué es importante el postre después de la comida
El sake es una bebida que combina bien con una amplia gama de alimentos. Esto permite maridar el sake a lo largo de una comida completa. Por ejemplo, como entrante, combina el sake con sopas caldosas, con platos principales de marisco e incluso con ensaladas. ¿Y qué hay del postre? El matiz dulce y el sabor complejo hacen que algunos tipos de sake sean un buen acompañamiento para diversos postres.
El sake envejecido tiene un sabor complejo con un toque de caramelo, especias y frutos secos. Estos elementos resuenan bien y añaden una capa extra a una variedad de postres. Por ejemplo, el sake envejecido da profundidad y riqueza al sabor del chocolate, ya sea un trozo de chocolate simple o brownies de chocolate. Otro buen ejemplo es el helado de vainilla. El sabor acaramelado y a nuez del sake añejo actúa como una salsa y añade un agradable amargor y profundidad al helado. Asimismo, la combinación de sake nigori y chocolate dulce de gianduja es un buen ejemplo de superposición de texturas fuertes.
El sake contiene ácido láctico procedente de su proceso de producción. El ácido láctico actúa como puente entre los sabores del sake y los postres elaborados con productos lácteos. Por ejemplo, el kimoto es un tipo de sake rico en ácido láctico que resalta la cremosidad y el umami de una tarta de queso. La cremosidad de un sake nigori también va bien con el helado de vainilla, añadiéndole una profundidad de sabor adicional.
Recetas de postres
Un estudio publicado en Psychological Science sugiere que nuestra incapacidad para resistirnos a esa tarta de chocolate de aspecto apetecible no se debe simplemente a que nuestra fuerza de voluntad sea débil, sino también a que, tras agotar nuestra fuerza de voluntad, la tarta nos parece aún más apetecible que antes. Nuestra capacidad para superar la tentación se reduce al mismo tiempo que aumenta el poder de la tentación.
En este estudio, los participantes se sometieron primero a un ejercicio destinado a agotar su fuerza de voluntad. Vieron un documental de siete minutos sobre el borrego cimarrón canadiense. Lo creas o no, ese documental por sí solo no borra la fuerza de voluntad de la gente de forma significativa. En cambio, fueron las palabras distractoras que se desplazaban por la pantalla las que agotaron la fuerza de voluntad de la gente. A la mitad de los participantes se les dijo que vieran el documental y leyeran las palabras si querían, mientras se desplazaban frente a su campo de visión. No se necesita fuerza de voluntad. Si tienes curiosidad por saber cómo es la palabra, la miras. Si no, no lo haces.