Aperitivos salados bajos en calorías
Los mejillones son un alimento maravilloso infravalorado. Llenos de vitaminas y minerales, ricos en proteínas y bajos en grasas. Es una maravilla que estas estrellas culinarias no sean un alimento básico en la dieta británica. Sin embargo, con más información que nunca sobre los beneficios para la salud de los mejillones, esto está empezando a cambiar. Los mejores nutricionistas y profesionales del fitness han empezado a estudiar cómo el simple mejillón potencia la salud física.
El marisco (en particular el de concha) tiene un alto contenido en proteínas y un bajo contenido en grasas. Esto es una gran noticia para los que siguen una dieta restringida en calorías, ya que demuestra que es posible disfrutar de comidas excitantes y saludables sin sacrificar el sabor. No hay necesidad de grasa, ya que la mejor manera de preparar un sabroso plato de mejillones es al vapor o hervido con unas pocas hierbas o vino blanco.
Para quienes disfrutan de un consumo elevado de proteínas, los mejillones son una buena alternativa al filete. No sólo son mejores para el medio ambiente (ya que son ecológicos y fáciles de cultivar) sino que también ofrecen niveles de proteínas y hierro que rivalizan con los de la carne roja. Un aumento de la ingesta de proteínas y hierro mejora el estado de ánimo, los niveles de energía e incluso el cutis. Un resultado fantástico de introducir los mejillones en su dieta semanal.
Nutrición de los mejillones
Hay un molusco infravalorado que merece nuestra atención y alabanza: el mejillón. Estas pequeñas criaturas marinas no aparecen en el menú de los hogares australianos con la frecuencia que deberían, dados sus excelentes beneficios para la salud, su abundante suministro y sus credenciales ecológicas.
Además, es uno de los mariscos más fáciles de cocinar. Basta con cocerlos al vapor en una olla durante unos tres o cuatro minutos, y ya están listos para ser combinados con una gran variedad de sabores, desde las tradicionales salsas de nata o vino, hasta platos de estilo asiático, pasando por pastas, ensaladas y paellas mediterráneas.
Y, sin embargo, los australianos comen una cantidad comparativamente pequeña de estos bocados de marisco. La Asociación Australiana de la Industria del Mejillón afirma que comemos 240 g de mejillones al año. En cambio, nuestros vecinos kiwis devoran unos 15 kg de mejillones al año. Al otro lado del Océano Pacífico, los chilenos disfrutan de hasta 9 kg, y 2 kg parece ser la cantidad adecuada para satisfacer a nuestros amigos de España.
Calorías de mejillones con cáscara
Los mejillones son un alimento maravilloso infravalorado. Llenos de vitaminas y minerales, ricos en proteínas y bajos en grasa. Es una maravilla que estas estrellas culinarias no sean un alimento básico en la dieta británica. Sin embargo, con más información que nunca sobre los beneficios para la salud de los mejillones, esto está empezando a cambiar. Los mejores nutricionistas y profesionales del fitness han empezado a estudiar cómo el simple mejillón potencia la salud física.
El marisco (en particular el de concha) tiene un alto contenido en proteínas y un bajo contenido en grasas. Esto es una gran noticia para los que siguen una dieta restringida en calorías, ya que demuestra que es posible disfrutar de comidas excitantes y saludables sin sacrificar el sabor. No hay necesidad de grasa, ya que la mejor manera de preparar un sabroso plato de mejillones es al vapor o hervido con unas pocas hierbas o vino blanco.
Para quienes disfrutan de un consumo elevado de proteínas, los mejillones son una buena alternativa al filete. No sólo son mejores para el medio ambiente (ya que son ecológicos y fáciles de cultivar) sino que también ofrecen niveles de proteínas y hierro que rivalizan con los de la carne roja. Un aumento de la ingesta de proteínas y hierro mejora el estado de ánimo, los niveles de energía e incluso el cutis. Un resultado fantástico de introducir los mejillones en su dieta semanal.
Beneficios del mejillón de labios verdes
Los antiguos romanos cultivaban moluscos para joyería y alimentación hace miles de años. Esta familia de animales marinos incluye las ostras, las vieiras y las almejas. Otro miembro, el mejillón, sigue siendo un manjar popular. Comer mejillones tiene algunos beneficios nutricionales. Sin embargo, hay que evitar comerlos crudos para evitar enfermedades de origen alimentario.
Los pueblos prehistóricos de Sudáfrica dependían de los moluscos para obtener suficientes proteínas. Los científicos modernos han analizado detenidamente los macronutrientes de los mejillones. Los mejillones contienen principalmente proteínas. Sólo tienen una pequeña cantidad de carbohidratos y grasas. Por lo tanto, los mejillones tienen un excelente perfil nutricional para ayudar a la pérdida de peso, según un informe de 2014 de Dadun en la Universidad de Navarra, porque la proteína tiene más poder saciante que la grasa o los carbohidratos.
El gobierno de Estados Unidos considera que un alimento es una buena fuente de una vitamina cuando te aporta el 10 por ciento del valor diario recomendado en una sola porción. Según esta definición, los mejillones tienen cantidades significativas de vitamina B-12, fósforo y hierro. También contienen ácidos grasos esenciales omega-3 como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Estas grasas tienen muchos beneficios para la salud, como el apoyo a la salud del corazón y del cerebro.