Las mejores verduras para los niños pequeños
Introducir a tu bebé en el sabor de las verduras es fundamental para ayudarle a desarrollar un gusto por todo lo verde y saludable para toda la vida: investigaciones recientes demuestran que un enfoque “guiado por las verduras” en las primeras comidas de tu bebé puede aumentar la aceptación de las verduras en los primeros años de vida y en la infancia1.
Prácticamente todas las verduras son buenos alimentos para el destete y ofrecer a tu bebé una amplia variedad de verduras en las primeras semanas le hará descubrir muchos sabores nuevos, desde el salado hasta el amargo, pasando por el dulce y el picante.
Los bebés tienen una preferencia innata por los alimentos más dulces, pero muchos expertos en alimentación infantil, como los de la campaña Start 4 Life del NHS, sugieren hacer un esfuerzo específico, en las primeras semanas de destete, para ofrecer a tu bebé verduras que no sean tan dulces, con el fin de animarle a desarrollar un gusto por la variedad de sabores desde el principio.
Así, además de las verduras más dulces, como la calabaza, la zanahoria y el boniato, es conveniente ofrecerle verduras “verdes y amargas”, como el brócoli, las espinacas y la coliflor. Hemos incluido muchas de ellas en las recetas para niños de 6, 7 y 8 meses que hemos reunido aquí.
Verduras para bebés de 1 año
Frescas, congeladas o incluso en conserva (y enjuagadas), muchas verduras destacan por su calidad nutricional. Repletas de nutrientes y fibra y con pocas calorías, las verduras deberían formar parte de la dieta diaria de todo bebé. Las investigaciones demuestran que cuando un bebé está expuesto a las verduras de forma temprana y frecuente, aumenta su predisposición a que le gusten. No tengas miedo de servir las verduras con sabor (mantequilla, aceite de oliva o especias), ya que esto puede aumentar su aceptación y añadir las calorías necesarias para su crecimiento y desarrollo.
Boniato: puedes introducir el boniato entre los 4 y los 6 meses de edad. Los boniatos están repletos de nutrientes, como las vitaminas A, C y B6, así como hierro, tiamina, potasio, fósforo y otros. Sí, una verdadera fuente de nutrientes para el bebé, pero con otras ventajas: el boniato se adapta bien al primer año de alimentación. Es fácil de hacer puré, de triturar con un tenedor, de hervir o de asar, lo que facilita que el bebé coma con una cuchara, e incluso que se alimente por sí mismo cuando sea mayor (¡piensa en las patatas fritas de boniato!).
Las mejores verduras para los bebés de 9 meses
Estos 10 primeros alimentos son ideales para tu bebé porque están llenos de nutrientes esenciales, tienen un precio razonable, son fáciles de preparar y están deliciosos. Los aguacates contienen grasas saludables, mientras que los plátanos están cargados de potasio. Los arándanos están repletos de antioxidantes, mientras que el brócoli ofrece fibra y folato. Tanto las lentejas como la carne están repletas de proteínas. Las ciruelas pasas pueden ayudar a combatir el estreñimiento, y el yogur ayuda a formar huesos y dientes sanos. Los boniatos y la calabaza de invierno son grandes fuentes de betacaroteno y vitamina C.
ArándanosLos arándanos están repletos de antioxidantes. El azul intenso y brillante de estas bayas procede de los flavonoides que benefician a los ojos, el cerebro e incluso las vías urinarias de tu bebé.Ideas para servir: Mezcla o tritura bien los arándanos y añade una cucharada del jugoso puré al yogur, o cubre el sedoso arroz con leche de coco con compota de arándanos.
Opta por un yogur natural sin azúcares añadidos. Busca también una marca con la mayor cantidad de cultivos vivos, que ayudan a regular las bacterias buenas del tracto digestivo de tu bebé. Asegúrate de elegir un yogur de leche entera: los bebés necesitan las calorías de la grasa: El yogur está bien solo, o puede añadirse a un puré de bayas u otra fruta fresca, a una compota de manzana o a un puré de aguacate.
Las mejores frutas para el bebé
Has pasado los primeros seis meses de la vida de tu bebé asegurándote de que se alimente con leche materna o artificial. A medida que crece y se desarrolla, es posible que notes que tu pequeño retoño te muestra algunas señales de que está listo para pasar del biberón o el pecho a los alimentos sólidos. Si tu bebé puede sentarse y mantener la cabeza erguida, es una primera señal estupenda. Además, si se lleva objetos a la boca y muestra interés por lo que estás comiendo, tu curioso hijo podría estar listo para empezar a comer alimentos sólidos.
A los 6 meses, los bebés pueden empezar a masticar. Aunque todavía no domina esta habilidad, suele estar preparado para ensuciarse con algunas comidas blandas y en forma de puré, lo que le ayuda a conocer el sabor y la textura. A esta edad, el objetivo no es saciar al bebé con comidas completas de alimentos sólidos, sino despertar su curiosidad y entusiasmo por las opciones culinarias.
Dado que los bebés crecen tan deprisa, sus necesidades de hierro son elevadas para prevenir la carencia de este mineral y favorecer su salud general. Ofrézcale a su pequeño alimentos ricos en hierro, como cereales para bebés (evite los cereales de arroz), carne bien cocinada, aves de corral, puré de judías y lentejas. Para evitar que tu bebé se atragante, evita añadir sólidos como los cereales a los biberones.