La tortilla española
Durante la conquista del Perú, los españoles observaron que los nativos se alimentaban de este fruto, al que llamaban en lengua quechua “papa”, y del que observaron que era tierno si se asaba. Era muy similar en forma, no en sabor, a otra conocida como “batata”. Ambas se importarían, pero no tendrían mucha aceptación en España hasta la posterior época de hambruna.
Aun así, a mediados del siglo XVI, la patata ya estaba presente en Inglaterra, Irlanda, Italia, Holanda y Alemania. Aunque los campesinos no estaban muy entusiasmados con la idea de cultivarla, se demostró que era un alimento ideal: crecía en tierras frías, daba grandes cosechas en poco tiempo y podía sustituir a los carbohidratos de los cereales en la alimentación. Su popularidad fue aumentando poco a poco, sobre todo en tiempos de guerras, ya que al estar escondida dentro de la tierra no era arrasada por los ejércitos enemigos.
Hacia 1790 la patata ya se llamaría así en casi toda España: con una palabra que es una mezcla de “papa” y “batata”. Sólo en Canarias y parte de Andalucía seguirían llamándola papa para distinguirla de las batatas cultivadas en Málaga.
Tortilla de patatas vs tortilla
5. Ahora ya tienes más de la mitad de la tortilla española. ¿Qué tan fácil es eso? 6. Ahora retira la sartén del fuego, e intenta escurrir la mayor cantidad de aceite posible sin sufrir quemaduras de tercer grado.
7. ¡Ya casi hemos terminado! Si no queda aceite en tu sartén, añade un poco. Luego añade el contenido del bol en la sartén. Ahora cocina tu mezcla primero a fuego alto, hasta que los huevos empiecen a solidificarse (unos 30-45 segundos). Luego cambia a fuego lento hasta que esté hecho.
8. Por último, la parte complicada: dar la vuelta a la tortilla de patatas y seguir cocinando a fuego lento, para que se doren ambos lados. La tortilla de patatas se puede servir caliente o fría, ¡qué maravilla! ¡Las mejores no se pasan de cocción y siguen manteniendo un poco el corrimiento de los huevos!
Ahora ya tenemos todo listo con la tortilla de patatas. Es fácil, ¡ya te lo dije! Puedes añadirle tantos otros ingredientes, quizás algunas verduras, condimentos, ¡¡el mundo es tu ostra!! Yo soy una amante de la carne, así que podría añadir unos dados de jamón o bacon.. Mmmm. ¡Ya sé lo que voy a cenar esta noche! Si te apetece hacer una sopa de gazpacho española como acompañamiento, ¡no busques más!
Receta de tortilla española
Para desayunar, como tentempié de media mañana, para comer, merendar o cenar, cualquier momento del día se convierte en una buena excusa para disfrutarla. Es imprescindible en cualquier fiesta o reunión con la familia y los amigos, en los viajes, en la playa, en la montaña… Su sencilla receta, a base de huevos, patatas, cebollas, sal y aceite de oliva, crea una deliciosa combinación, un auténtico manjar para el paladar que está al alcance de todos los bolsillos.
Su origen no está muy claro. Por un lado, según Las Crónicas de Indias, sabemos que las primeras tortillas de huevo se hicieron hacia el año 1519, tanto por los españoles como por los aztecas. Y por otro lado, sabemos que Pizarro trajo las patatas de América a Europa en el año 1537 como alimento para los animales, ya que en aquella época los alimentos que salían de la tierra se consideraban venenosos para el consumo humano, había que esperar hasta 200 años para que se consideraran aptos para nuestro consumo. Los españoles confundieron las patatas con los boniatos por su aspecto similar y por eso empezaron a llamarlas patatas, nombre que se sigue utilizando en la actualidad.
Tortilla árabe
En Valencia (norte de España), la tortilla se hace con arroz y jamón o incluso con restos de una famosa paella valenciana. En Granada, Andalucía (sur de España) hacen una tortilla llamada “tortilla de sacramonte” que lleva sesos y testículos de toro… pero la auténtica y original tortilla de patatas, que es originaria de Madrid, también ha tenido un ligero cambio de receta. Es muy fácil confundir la tortilla madrileña actual, que lleva cebolla cortada en rodajas finas y mucho ajo, con la tortilla original, que sólo lleva patatas.
1) Calentar unos 100 ml de aceite de oliva en una sartén de hierro pesada. Poner las patatas en rodajas en la sartén, sazonarlas con un poco de sal y removerlas una vez en el aceite de oliva. Bajar el fuego y freír las patatas durante 15-20 minutos, dándoles la vuelta de vez en cuando.
3) Una vez transcurridos los 15-20 minutos, escurre el aceite restante de la sartén (donde están las patatas). 4) Mezclar cuidadosamente los huevos batidos con las patatas fritas (en el bol donde se baten los huevos) y dejar reposar la mezcla.
5) Dale la vuelta a la tortilla de patatas (ayúdate de una tapa o un plato) y cocina hasta que veas que se dora de la misma manera, por ambos lados. Puedes servirla caliente o fría, la tortilla de patatas está buena y sabrosa de cualquier manera. ¡Que la disfrutes!