Por qué el alcohol es malo para la salud
¿Por qué algunas personas reaccionan de forma diferente al alcohol que otras? El alcohol afecta a todos los órganos del cuerpo. Es un depresor del sistema nervioso central que se absorbe rápidamente desde el estómago y el intestino delgado al torrente sanguíneo. El alcohol se metaboliza en el hígado mediante enzimas. Sin embargo, el hígado sólo puede metabolizar una pequeña cantidad de alcohol a la vez, dejando que el exceso de alcohol circule por todo el cuerpo. La intensidad del efecto del alcohol en el cuerpo está directamente relacionada con la cantidad consumida.
¿Una cerveza o un vino son más seguros que un licor? No. Una cerveza de 12 onzas tiene aproximadamente la misma cantidad de alcohol que una copa de vino de 5 onzas o un trago de licor de 1,5 onzas. Lo que más afecta a una persona es la cantidad de alcohol que consume, no el tipo de bebida alcohólica.
¿Qué es el “binge drinking”? El “binge drinking” se define como un patrón de consumo de alcohol que eleva la concentración de alcohol en sangre (BAC) a 0,08% o más. Este patrón de consumo suele corresponder a 5 o más bebidas en una sola ocasión para los hombres o 4 o más bebidas en una sola ocasión para las mujeres, generalmente en un plazo de unas 2 horas.2
¿Es usted alcohólico si bebe todos los días?
Cada persona responde al alcohol de forma diferente. La altura, el peso y el sexo son sólo algunos de los factores que influyen en la forma en que el alcohol le afecta. Incluso lo que ha comido ese día o el tiempo que ha dormido pueden influir en cómo se siente cuando bebe.
Para mantener bajos los riesgos para la salud derivados del alcohol, las directrices de consumo de bajo riesgo de los Jefes de Sanidad del Reino Unido (CMO) aconsejan que lo más seguro para hombres y mujeres es no beber más de 14 unidades a la semana de forma regular.
Cuanto más alcohol se beba, mayor será el riesgo de desarrollar problemas de salud a corto y largo plazo. Y no sólo hay que preocuparse por el hígado. El consumo de alcohol también está relacionado con una serie de problemas de salud graves, como problemas cardíacos, hipertensión, mala salud mental y siete tipos de cáncer.
Una buena manera de reducir la cantidad total que bebes es dedicar más días a no beber durante la semana. Por eso hemos creado una herramienta que le permite comprobar su consumo de alcohol, le proporciona información sobre sus riesgos y le da consejos en función de sus resultados.
Trastorno por consumo de alcohol
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A muchos adultos les gusta tomar algunas bebidas alcohólicas, pero ¿cómo puede saber si su consumo de alcohol no es seguro? Si se pregunta si sus hábitos de consumo de alcohol son motivo de preocupación, debe saber que el umbral del consumo nocivo es mucho más bajo de lo que podría imaginar.
Millones de personas beben cerveza, vino y licores sin desarrollar un hábito de consumo que cause problemas. Sin embargo, su consumo de alcohol podría poner en peligro su salud y bienestar incluso si no desarrolla un trastorno por consumo de alcohol.
Según una amplia investigación del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA), menos del 2% de las personas que consumen alcohol dentro de las pautas establecidas llegan a desarrollar trastornos por consumo de alcohol.
Repensar el consumo de alcohol
El Ourspace del Centro LGBT es un programa de verano, en colaboración con el Centro Netter, que tiene lugar todos los viernes por la tarde. Todos son bienvenidos a disfrutar de comida, juegos, actividades comunitarias y aprendizaje.
La investigación, que utilizó un conjunto de datos de más de 36.000 adultos, reveló que pasar de una a dos bebidas al día se asociaba con cambios en el cerebro equivalentes a envejecer dos años. El consumo excesivo de alcohol estaba relacionado con un efecto aún mayor.
La ciencia sobre el consumo excesivo de alcohol y el cerebro es clara: ambos no tienen una relación saludable. Las personas que beben en exceso presentan alteraciones en la estructura y el tamaño del cerebro que se asocian a deficiencias cognitivas.
Pero, según un nuevo estudio, el consumo de alcohol, incluso a niveles que la mayoría consideraría modestos -unas cuantas cervezas o vasos de vino a la semana-, también puede entrañar riesgos para el cerebro. Un análisis de los datos de más de 36.000 adultos, dirigido por un equipo de la Universidad de Pensilvania, descubrió que el consumo de alcohol entre ligero y moderado se asociaba a una reducción del volumen cerebral total.