¿La barbacoa engorda?
Es verano y ya sabes lo que eso significa. Es hora de sacar las parrillas y empezar a cocinar una deliciosa barbacoa. Todo, desde las hamburguesas glaseadas hasta el pollo a la parrilla, es posible. Pero ahora más que nunca, hay que pensar bien qué alimentos y cuándo planificar la próxima barbacoa. Lo que puede parecer una opción saludable puede ser en realidad terrible para ti. Si crees que estás eligiendo opciones saludables en todas esas barbacoas familiares, consulta esta lista para asegurarte.
Las bebidas de Seltzer son muy populares desde hace dos años y a menudo se promocionan como bajas en calorías y alcohol. Si bien esto puede ser cierto, el recuento real de calorías dentro de una bebida seltzer en lata puede contener poco o ningún valor nutricional y el bajo porcentaje de alcohol puede llevar a beber en exceso sin previo aviso.
Nadie puede negar lo delicioso que es el pollo frito. Lo que tiene de delicioso, también lo tiene de calórico. Un muslo de pollo frito tiene unas 162 calorías. Si somos sinceros con nosotros mismos, sabemos que comemos mucho más que un muslo acompañado de otra guarnición llena de calorías, pero deliciosa.
¿Es la barbacoa saludable para perder peso?
El verano ya está aquí y las parrillas están a la vista. Autoridades respetadas, como los Centros de Control de Enfermedades (CDC), dan con frecuencia consejos como “los alimentos a la parrilla se consideran generalmente una opción saludable”. Al mismo tiempo, es posible que haya oído que los alimentos a la parrilla aumentan el riesgo de cáncer. ¿Cuáles son los hechos y existe una forma segura de disfrutar de los alimentos a la parrilla?
Asar a la parrilla a fuego alto libera la grasa de la cocción de la carne. Por eso las carnes a la parrilla suelen tener menos calorías que la misma carne frita y empapada de grasa. Pero la alta temperatura y la grasa también son el núcleo de un problema potencial. Según el Instituto Nacional del Cáncer, las sustancias químicas que pueden provocar cáncer se forman cuando se asa la carne muscular, incluida la de vacuno, cerdo, pescado y aves de corral. Algunas de estas sustancias químicas potencialmente dañinas se forman cuando la grasa se quema sobre una llama abierta; otras se desarrollan cuando el alto calor provoca una reacción química en la carne que se cocina.
Los animales expuestos a niveles muy altos de estas sustancias químicas nocivas, denominadas carcinógenas, pueden desarrollar cáncer. Todavía no se sabe si estos carcinógenos afectan a los seres humanos, pero hay algunos estudios científicos limitados que sugieren que el consumo elevado de carnes bien hechas, fritas y a la barbacoa está asociado a varios tipos de cáncer.
¿Es saludable la salsa barbacoa?
La temporada de vacaciones ya está aquí. El buen tiempo y las altas temperaturas favorecen los festines de barbacoa al aire libre. Sin embargo, conviene saber que la preparación inadecuada de los platos de la barbacoa puede no ser muy favorable para la salud. ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de preparar las comidas? ¿A qué hay que prestar atención para que los platos sabrosos sean seguros y estén libres de sustancias nocivas?
La comida a la barbacoa sólo se asocia aparentemente con alimentos muy grasos y calóricos, servidos con una enorme cantidad de salsas diversas y aderezos que engordan. En realidad, depende de nosotros cómo preparemos las barbacoas. Gracias a unos sencillos trucos podemos hacer que nuestras comidas sean aptas para la dieta y evitar que sean la causa de los kilos de más. He aquí algunos valiosos consejos que facilitarán la realización de barbacoas seguras y saludables.
Parece lógico, pero no todo el mundo lo hace a conciencia. Deshacerse de los restos de grasa fundida y de los platos carbonizados de anteriores asados no sólo es importante por razones de higiene. Los restos de comida en la parrilla son una fuente de diversas sustancias con propiedades nocivas (incluidas las cancerígenas). Asegúrese de que el equipo esté siempre bien preparado para el siguiente festín, y que se limpie a fondo.
Advertencia sobre el cáncer en las barbacoas
Al asar en horizontal, las barbacoas tradicionales, aunque populares, tienden a pasar por alto los aspectos sanitarios. Su fuente de calor se encuentra directamente debajo de los alimentos. Como resultado, cuando la temperatura sube durante la cocción, las grasas contenidas en los alimentos se licúan y gotean sobre la fuente de calor. Es difícil evitar que esta grasa se queme espontáneamente, especialmente cuando la fuente de calor es una brasa. El resultado suele ser la aparición de llamas y/o humos inoportunos. ¿Le recuerda esto a algo? ¿Nunca le ha pasado?
En cambio, la cocción vertical es mucho más segura. Las grasas nunca caen sobre las brasas incandescentes, sin riesgo de generar sustancias cancerígenas. De los estudios científicos (2, 3) se desprende que la cantidad de HAP (1) medida en los alimentos cocinados con una barbacoa vertical es de 10 a 30 veces menor que con una horizontal.