Receta de caldo de huesos de pollo
En 1595, el escritor inglés William Fiston (o Phiston) realizó una traducción de un libro francés de modales para niños. Los temas incluían el comportamiento adecuado que era importante para la Iglesia y la escuela, pero también una sección sobre modales en la mesa. Aquí, Fiston amonesta a sus lectores:
…cuídate de no sopear tu potaje, sino cómetelo tranquilamente con una cuchara, sin llevártelo a la boca con avidez, ni respirar forzadamente con él, como hacen algunos payasos, que suenan al recibir cada cucharada llena de Slurrop”.
Instruye a los niños para que no “cenen” su potaje ni lo beban directamente del cuenco, y para que eviten hacer sonidos innecesarios. “Potaje” era un término de uso común en la Gran Bretaña medieval y moderna temprana que se refería a una mezcla líquida que podía incluir carne, caldo, verduras, avena u otro tipo de grano, y hierbas -en 1545, Andrew Boorde’s “Dietary of Health” lo define como “hecho del licor en el que se soden flesshe, con puttyng a hierbas picadas, y otemel y sal”. A lo largo de los siglos XVI y XVII, con la evolución de los intercambios lingüísticos y culturales, el sustantivo francés “soup” (sopa) se hizo más común, aunque (confusamente para nosotros hoy en día) también podía utilizarse como verbo. El uso que hace Fiston de la onomatopeya, quizá un vestigio de su origen continental (la palabra “slurp” es un préstamo del alemán o el neerlandés), es extremadamente eficaz: prácticamente podemos oír los ruidosos sorbos.
Beneficios del caldo de huesos
Los caldos de hueso y carne proporcionan un alimento delicioso. El caldo es un alimento clásico que necesita un renacimiento. El uso regular de caldo de huesos es maravilloso para cocinar de forma económica, para obtener alimentos de gran sabor y para la salud de los huesos, las articulaciones y la piel. Esta “columna vertebral” de la dieta tiene una larga historia de seguridad y eficacia, y hacer caldo debe ser uno de los fundamentos de su cocina.
La elaboración del caldo requiere cierto tiempo a fuego muy lento. Las ollas eléctricas de cocción lenta pueden ser recipientes ideales para hacer caldo: un tamaño útil es de 6,5 litros o más. Sin embargo, ten cuidado con las ollas de cocción lenta: los modelos más nuevos suelen funcionar a una temperatura demasiado alta, por lo que el caldo hierve demasiado fuerte. No intentes hacer caldo en un hornillo de gas. Puede ser peligroso por los vapores de la combustión, y también por el riesgo de incendio si el hornillo no está vigilado (como inevitablemente ocurrirá).
El delicioso sabor del caldo procede de los trozos de carne y grasa que se cuecen a fuego lento con los huesos. Yo suelo empezar el caldo de pollo cociendo a fuego lento un pollo entero en la olla y luego le quito la mayor parte de la carne a mitad de la cocción. Para obtener un caldo de ternera sabroso, doro los huesos en un horno caliente antes de ponerlos en la olla de caldo. Las recetas de caldo individuales presentan esas técnicas.
Caldo de ternera
La clave de los beneficios para la salud del caldo de huesos reside en su alta concentración de colágeno y gelatina. Estos nutrientes son esenciales para la salud de la piel, el cabello, las uñas, las articulaciones y los intestinos. También ayudan a reducir la inflamación, reparar los tejidos dañados y mejorar la función articular.
El caldo de huesos también es una buena fuente de minerales esenciales, como calcio, magnesio, fósforo, potasio y zinc. Estos minerales son importantes para mantener unos huesos y dientes fuertes, reforzar el sistema inmunitario, regular los niveles de azúcar en sangre y favorecer el funcionamiento de las hormonas.
Sin duda, los componentes individuales del caldo de huesos pueden y deben ser celebrados por sus increíbles beneficios para la salud. Pero, ¿qué hay de la investigación sobre el caldo de huesos en sí, como superalimento? Resulta que hay algunas investigaciones interesantes sobre el caldo de huesos, incluyendo por qué debemos incluirlo en la dieta.
Un estudio del Journal of Medicinal Food evaluó los efectos neuroprotectores del caldo de huesos de pollo. Los investigadores descubrieron que el consumo diario de caldo de huesos ayudaba a reducir la aparición y la gravedad de las migrañas y los dolores de cabeza que históricamente se debían a un estrés grave. Según estos resultados, el caldo de huesos bien podría ser un enfoque novedoso para el tratamiento de las migrañas.
Caldo de huesos deutsch
Según Ossa Organic, el caldo de huesos se utiliza desde hace más de 2.000 años en las culturas asiáticas por sus propiedades medicinales, pero ¿existe una verdadera ciencia actual que respalde las afirmaciones en torno a las propiedades curativas de esta bebida? Healthline define el caldo de huesos como un caldo o “bebida saludable” compuesta generalmente de diversos huesos y tejidos animales que se han cocido a fuego lento en agua durante un largo periodo de tiempo. Los huesos se cuelan al cabo de 12 a 24 horas y el líquido restante se utiliza para beber o como base nutritiva para salsas y sopas.The New York Times afirma que el caldo de huesos se ha convertido en una especie de moda, actuando como sustituto de comidas y bebida de apoyo inmunológico para los consumidores preocupados por su salud que siguen la siempre popular dieta Paleo. También se afirma que el colágeno producido en el líquido gelatinoso se transforma en proteínas funcionales y aminoácidos para el organismo (vía Healthline).Los beneficios para la salud asociados a la antigua tradición de tomar caldo de pollo cuando se padece una enfermedad respiratoria se han visto confirmados en cierta medida en un estudio del año 2000. Sin embargo, ¿qué estudios respaldan la afirmación de que el caldo de huesos es un elixir de salud polifacético y completo?