Alimentos blandos
Si sigues una dieta de purés, comerás alimentos que no necesitas masticar, como el puré de patatas y el pudin. También puedes licuar o colar otros alimentos para hacerlos más suaves. Se pueden añadir líquidos, como caldo, leche, zumo o agua, a los alimentos para que sean más fáciles de tragar.
Si sigue una dieta mecánica blanda, comerá alimentos que requieran menos masticación que en una dieta normal. Puede comer alimentos con diferentes texturas y grosores, incluidos los alimentos picados, molidos y en puré.
Si no sabe qué dieta es la adecuada para usted o tiene alguna duda, hable con su médico o con un especialista en habla o deglución. También puede hablar con un dietista del Departamento de Alimentación y Nutrición llamando al 212-639-7312.
Además, asegúrese de beber mucho líquido. Su objetivo debe ser beber 8 (8 onzas) vasos de agua al día. Sin embargo, hable con su médico o dietista para saber si beber más o menos líquido sería adecuado para usted.
La grasa es la fuente más concentrada de calorías. Por ejemplo, una cucharadita de aceite tiene 45 calorías, mientras que una cucharadita de azúcar tiene 20 calorías. Un poco de grasa en nuestra dieta es necesaria y saludable. Las grasas están en:
Plan de alimentación para problemas digestivos
Una dieta blanda es aquella en la que todos los alimentos están triturados, hechos puré o colocados en una salsa para facilitar la deglución. Este tipo de dieta suele recomendarse después de cualquier tipo de cirugía de mandíbula, garganta o vías digestivas, así como después de la instalación de nuevos aparatos dentales. El paciente puede comer una gran variedad de grupos y tipos de alimentos, pero todos deben tener una textura blanda.
Cuando se recupera de una operación, es importante llevar una dieta equilibrada para obtener todas las vitaminas, minerales y nutrientes esenciales. Los cinco grupos principales de alimentos son los hidratos de carbono complejos o granos, las proteínas, los lácteos, los aceites, las frutas y las verduras. Los alimentos de todos los grupos alimentarios pueden incorporarse a este tipo de dieta con un poco de esfuerzo y planificación. Algunos alimentos se prestan fácilmente a la dieta, mientras que otros presentan más dificultades.
Los carbohidratos complejos y los cereales son esenciales para una dieta saludable, ya que proporcionan energía a largo plazo y ayudan a la digestión. Los cereales cocidos son grandes platos blandos que pueden prepararse fácilmente para una dieta blanda. Los cereales fríos pueden dejarse en la leche de 5 a 10 minutos hasta que estén empapados. Los platos de pasta, arroz y risotto pueden hacerse puré en la batidora o cocinarse hasta que estén muy blandos.
Dieta líquida
Una dieta blanda se compone de alimentos blandos y fáciles de masticar y tragar. Estos alimentos pueden estar picados, triturados, en puré y húmedos. Es posible que tenga que seguir esta dieta si se ha sometido a ciertos tipos de cirugía, como la de cabeza, cuello o estómago. También puede necesitar seguir esta dieta si tiene problemas con los dientes o la boca que le dificulten masticar o tragar los alimentos. Su dietista le indicará cómo seguir esta dieta y qué consistencia de líquidos puede tomar.
Tiene derecho a ayudar a planificar sus cuidados. Discuta las opciones de tratamiento con su proveedor de atención médica para decidir qué atención desea recibir. Siempre tiene derecho a rechazar el tratamiento. La información anterior es sólo una ayuda educativa. No pretende ser un consejo médico para condiciones o tratamientos individuales. Hable con su médico, enfermera o farmacéutico antes de seguir cualquier régimen médico para ver si es seguro y eficaz para usted.
Qué comer después de una operación de mandíbula
Una Dieta Blanda (Textura A) es una dieta específica de textura modificada, a menudo prescrita a los residentes con disfagia (dificultad para tragar) por los logopedas. Desgraciadamente, muchas residencias tienen dificultades para distinguir entre una dieta “normal” o “estándar” y una Dieta Blanda – Textura A, lo que hace que a muchos residentes se les ofrezcan alimentos que pueden ser inseguros para su consumo.
Las posibles consecuencias de la disfagia son la aspiración, el atragantamiento, la pérdida de peso y la reducción de la calidad de vida. Para minimizar estos riesgos, debe proporcionarse una textura de los alimentos y un espesor de los líquidos adecuados para que la masticación y la deglución sean más fáciles y seguras. Una vez que el residente es evaluado por un logopeda, debe proporcionarse la textura de los alimentos y el grosor de los líquidos recomendados y cumplirlos.
También es frecuente que los familiares y amigos traigan alimentos (como latas de galletas y caramelos) que pueden suponer un riesgo, ya que desconocen lo que está permitido en una dieta blanda. Es importante hablar con la familia y los amigos y ofrecerles otras opciones (como magdalenas blandas, pasteles, yogur) que puedan traer.