Receta de pasta fresca
¿Cómo conservar la pasta fresca? Almacenar la pasta fresca es mucho más complicado de lo que la mayoría de la gente cree. Este artículo te enseñará todo lo que necesitas saber para conservar la pasta fresca y evitar los errores más comunes. También te dirá cuál es la mejor manera de conservar la pasta fresca durante más tiempo.
Si estás buscando una guía fácil para conservar la pasta fresca, ¡este artículo es justo lo que tú y tu cocina necesitáis! Hemos reunido todos nuestros consejos y trucos en un lugar práctico para que cualquiera pueda aprender a mantener su pasta fresca durante más tiempo.
Si buscas una alternativa sabrosa y saludable a los fideos, la pasta fresca puede ser la respuesta. Es fácil de hacer y aún más fácil de comer. Pero, ¿cómo empiezo? ¿Qué utensilios de cocina italianos necesito? ¿Tengo que amasar la pasta a mano o puedo utilizar un robot de cocina?
Te guiaremos en todo momento, desde la elección de los ingredientes y el equipamiento hasta el amasado de tu primera tanda de pasta casera. Una vez que sepas qué es lo mejor para tu cocina, te mostraremos lo fácil que es preparar deliciosos platos que seguramente impresionarán a todos a la hora de la cena.
Cómo hacer pasta
La pasta casera es una delicia para la familia y los amigos. Como en la mayoría de las recetas sobra pasta, es importante saber cómo guardarla para conservar la frescura y el sabor. Entonces, ¿qué puede hacer un cocinero casero? Si necesita consejos sobre cómo conservar la pasta fresca, nuestra guía puede ayudarle. Aprenderás los mejores métodos de conservación, incluyendo cómo secar y congelar la pasta fresca para que puedas disfrutarla en los próximos días y semanas.
La pasta fresca puede secarse, refrigerarse o congelarse para su uso futuro. El método de almacenamiento que elijas depende del tiempo que quieras conservar la pasta. Mientras que algunas pastas secas comerciales pueden mantenerse frescas hasta dos años, la pasta hecha en casa tiene una vida útil más limitada: normalmente entre 2 y 6 meses para la pasta seca, hasta 8 meses para la pasta congelada o 1 día en el frigorífico.
Esta es la mejor opción de almacenamiento a largo plazo. Si haces pasta fresca a granel y quieres tenerla a mano durante más tiempo, sécala. Este método también ayuda a ahorrar espacio en el frigorífico o el congelador de tu cocina. La pasta seca no necesita ser refrigerada y puede almacenarse en la estantería en un recipiente hermético en una zona seca que no esté expuesta a temperaturas extremas.
Congelar la pasta fresca
Una vez que has probado la pasta fresca hecha en casa, es difícil volver a la comprada en la tienda. Pero hay un secreto: la pasta casera es increíblemente sencilla de hacer, y no necesitas ninguna herramienta sofisticada ni una máquina para hacer pasta. Sólo un rodillo y tus propias manos. Sigue mi guía paso a paso para hacer tu propia pasta fresca y colorida desde cero con cuatro ingredientes o menos.
Los pequeños electrodomésticos pueden ahorrarte unos minutos si tienes una batidora para amasar la masa o una máquina de hacer pasta para extenderla, pero una vez que le cojas el tranquillo a hacer pasta desde cero, tus manos pueden ser igual de rápidas. (¡Lo prometo!)
Esto es posible, en cuanto a tiempo, porque en comparación con la pasta seca en caja que puedes comprar en la tienda, la pasta fresca hecha en casa ya es un lujo por sí misma. Su textura aterciopelada significa que necesita poco más que una salsa de tomate picante con menta para satisfacer (o prueba también mi salsa de tomate con piel, que es ridículamente fácil de hacer).
También me encanta el colorido de la pasta que haces en casa, sin colorantes alimentarios artificiales ni tintes cuestionables. ¡Todo lo que necesitas es un poco de colorante natural a partir de ingredientes de alimentos reales para la pasta gourmet sin el precio gourmet!
Deshidratador de pasta
¿Adivina qué? Si tienes harina en tu cocina, puedes hacer pasta. Ahora mismo. ¿También tienes huevos? Tienes todo lo que necesitas para preparar una tanda de fettuccine suave y sedosa. ¿Tienes queso o verduras por ahí? Podrías sentarte a comer raviolis frescos, tortellini o una abundante lasaña en menos de dos horas.
Sin embargo, si haces una búsqueda rápida de recetas de pasta, lo más probable es que salgas más confundido que confiado. Algunas piden harina y huevos enteros, otras añaden agua o aceite. Las medidas de peso frente a las de volumen, los tiempos de amasado, las condiciones de reposo… todo es muy variado.
Y no es sólo un problema de los cocineros profanos. Cuando estaba en la escuela de cocina, tuve una serie de instructores que sólo me dejaron más desorientado. Algunos insistían en el aceite, otros en la sal, otros en las yemas adicionales o en un chorrito de agua. Los tiempos de amasado y reposo prescritos a menudo se contradecían. Un instructor nos decía que colgáramos la pasta para que se secara durante al menos 10 minutos antes de cocinarla; otros nos hacían mantenerla bien envuelta hasta el momento de echarla a la olla.