Agricultura incaica
Los 12 días del Inca Food Trail estuvieron llenos de experiencias y encuentros coloridos y sabrosos. Inspirados por jóvenes agricultores emprendedores, los participantes saborearon la cocina peruana, los cafés especiales y el cacao aromático fino, disfrutando de una experiencia bean to bar. Actividades como pasar una noche en una finca cafetera, elaborar los mejores chocolates de fusión, cosechar patatas autóctonas a 3.800 metros de altitud o participar en un taller de ceviche, fueron algunos de los momentos más destacados de este viaje.
Sofie Dumont, cocinera belga, madre, figura mediática y principalmente preocupada por todo lo que tiene que ver con la comida, acompañó al Inca Food Trail. Sofie, que habla el mismo idioma que los cocineros, descubrió junto a los participantes la cocina peruana y sacó a relucir varios momentos culinarios. La visita a Mistura, el mayor festival gastronómico de Sudamérica, la elaboración de una cena con ingredientes locales en la Amazonia Central, o la presentación de un concurso de cocina entre los participantes del Camino del Inca junto con el pastelero peruano Juan Carlos López, proporcionaron un delicioso vínculo culinario entre alimentos, agricultores y chefs.
¿Qué pasó con los incas?
Cuando llegue a sus vacaciones en Perú, oirá hablar mucho del Tawantinsuyo, el Imperio Inca. Aunque fue conquistado por los españoles a mediados del siglo XVI, los incas habían inventado muchos “trucos de vida”, algunos de los cuales se utilizan hoy en día en todo el mundo.
Por ejemplo, como se mencionó en el primer blog de esta serie, los incas fueron innovadores en la conservación de alimentos, y muchas de las técnicas que inventaron se siguen utilizando de forma similar, aunque algo alterada.
Aunque obviamente carecían de electricidad, los incas hicieron lo mejor que pudieron con lo que tenían para crear un método de almacenamiento en frío que preservara y guardara los alimentos para los tiempos de escasez, como los tiempos de guerra o hambruna. Levantaron edificios de almacenamiento, conocidos como Collcas, que estaban hechos de mortero y piedras, o de adobe con cimientos de piedra. Se construían en las laderas de las colinas para aprovechar las temperaturas frías y las corrientes de aire. Las collcas estaban dotadas de canales de drenaje para desviar la humedad y evitar que los alimentos se pudrieran, y tenían diferentes formas según el tipo de alimento que debían almacenar. Se cree que las duras condiciones climáticas de las regiones de gran altitud que comprendía gran parte del Imperio Inca les inspiraron para inventar medios fiables de conservación y almacenamiento de alimentos. Cuando es difícil cultivar algo, tiene mucho más valor; por lo tanto, conservar la escasa cantidad de alimentos que se puede obtener sería naturalmente importante.
Cocina azteca
Las ricas aguas del Pacífico ofrecen un gran coto de caza para los pescadores peruanos, y la amplia gama de platos creados con estos ingredientes puede disfrutarse a lo largo de la costa. El ceviche es un plato que se ha hecho popular en toda Sudamérica, y consiste en trozos de pescado crudo que se han marinado en una mezcla de chiles, cebollas y zumo de lima. Otro plato popular es el Chupe de Camarones, una sabrosa sopa hecha con gambas, patatas, leche y chiles.
El pollo, la ternera y el cerdo son habituales en la cocina peruana, aunque en distintas partes del país también se encuentran platos que incluyen carne de alpaca, cobaya e incluso tortuga en la región amazónica. El Pollo a la Brasa es un plato común de pollo que se encuentra en gran parte del país, y es la carne de un pollo que se adoba antes de ser cocinado en un asador o en brasas. En las zonas costeras del norte, el Shambar es una sopa popular que incluye jamón ahumado y cortezas de cerdo junto con judías y cebollas verdes, mientras que el Secod de Cabrito es un guiso espeso que suele hacerse con carne de cabra.
Religión incaica
En los siglos XIV y XV, el Imperio Inca desarrolló la mayor civilización que había existido hasta entonces en América, al conquistar y ocupar una enorme extensión de los Andes, desde el norte de Chile y Argentina, hasta el sur de Colombia.
Esto no fue difícil, ya que las culturas andinas habían desarrollado sistemas agrícolas prósperos mucho antes que los incas. Los Andes proporcionaron una gran cantidad de cultivos vegetales originarios de la región, como el abundante maíz, la nutritiva quinoa y cientos de variedades de patatas.
Los métodos culinarios andinos también ayudaron a conservar los alimentos. La pachamanca, el asombroso método andino de asar lentamente sobre rocas calientes en pozos cubiertos, crea comidas deliciosas; también ayuda a que los alimentos y las carnes cocinadas duren más tiempo.
Los incas comían la carne de las llamas, las alpacas y el cuy o conejillo de indias, como siguen haciendo los andinos de hoy en día. Para conservar las carnes, también las secaban al sol, lo que producía el charqui, origen quechua del nombre cecina.
Si hay algo que hay que hacer al visitar Perú es degustar y deleitarse con sus platos tradicionales, y con la nueva cocina andina de fusión, que ofrece versiones modernas de los ingredientes de los Andes. No es de extrañar que Perú sea mundialmente conocido y admirado por su diversidad de alimentos y sus maravillas culinarias.