Dieta blanda
Una dieta blanda se compone de alimentos blandos y fáciles de masticar y tragar. Estos alimentos pueden estar picados, triturados, en puré y húmedos. Es posible que tenga que seguir esta dieta si se ha sometido a ciertos tipos de cirugía, como la de cabeza, cuello o estómago. También puede necesitar seguir esta dieta si tiene problemas con los dientes o la boca que le dificulten masticar o tragar los alimentos. Su dietista le indicará cómo seguir esta dieta y qué consistencia de líquidos puede tomar.
Tiene derecho a ayudar a planificar sus cuidados. Discuta las opciones de tratamiento con su proveedor de atención médica para decidir qué atención desea recibir. Siempre tiene derecho a rechazar el tratamiento. La información anterior es sólo una ayuda educativa. No pretende ser un consejo médico para condiciones o tratamientos individuales. Hable con su médico, enfermera o farmacéutico antes de seguir cualquier régimen médico para ver si es seguro y eficaz para usted.
Alimentos blandos
Lo contrario de “blando” es “duro”. Una almohada es blanda, por ejemplo, mientras que una roca es dura. Los alimentos “blandos” son aquellos que no oponen resistencia a ningún tipo de presión. El puré de patatas o el puré de nabos son alimentos “blandos”, al igual que los alimentos infantiles colados.
Lo contrario de “tierno” es “duro”. La carne tierna cede fácilmente a los dientes, mientras que la carne dura no… ¡pero incluso con la carne tierna hay que usar los dientes! La única forma en que la carne podría ser “blanda” sería si la carne estuviera totalmente podrida hasta el punto de desintegrarse, o si se hubiera hecho puré para convertirla en algo parecido a la comida para bebés.
Plan de alimentación de la dieta blanda
Si sigues una dieta de purés, comerás alimentos que no necesitas masticar, como el puré de patatas y el pudín. También puedes licuar o colar otros alimentos para hacerlos más suaves. Se pueden añadir líquidos, como caldo, leche, zumo o agua, a los alimentos para que sean más fáciles de tragar.
Si sigue una dieta mecánica blanda, comerá alimentos que requieran menos masticación que en una dieta normal. Puede comer alimentos con diferentes texturas y grosores, incluidos los alimentos picados, molidos y en puré.
Si no sabe qué dieta es la adecuada para usted o tiene alguna duda, hable con su médico o con un especialista en habla o deglución. También puede hablar con un dietista del Departamento de Alimentación y Nutrición llamando al 212-639-7312.
Además, asegúrese de beber mucho líquido. Su objetivo debe ser beber 8 (8 onzas) vasos de agua al día. Sin embargo, hable con su médico o dietista para saber si beber más o menos líquido sería adecuado para usted.
La grasa es la fuente más concentrada de calorías. Por ejemplo, una cucharadita de aceite tiene 45 calorías, mientras que una cucharadita de azúcar tiene 20 calorías. Un poco de grasa en nuestra dieta es necesaria y saludable. Las grasas están en:
Dieta blanda dental
Los alimentos pasan de la boca al estómago a través de un órgano tubular llamado esófago. La sensación de ardor en la parte baja del pecho o el dolor después de tragar y la sensación de que la comida se queda “atascada” en la garganta pueden estar causados por la esofagitis, que es una irritación o inflamación a lo largo del revestimiento del esófago.
El reflujo ácido, las hernias de hiato, los vómitos, las complicaciones de la radioterapia y ciertos medicamentos orales son algunas de las razones por las que el esófago puede desarrollar tejido inflamado. La esofagitis suele curarse sin intervención, pero para ayudar a la recuperación, los comensales pueden adoptar lo que se conoce como dieta esofágica, o de alimentos blandos.
Los alimentos de fácil digestión son la mejor opción, así como evitar las bebidas carbonatadas o muy calientes o muy frías. Su médico o nutricionista puede limitar aún más el consumo de cítricos, menta o bebidas con cafeína.
Para mantener los alimentos blandos, las frutas y verduras crudas pueden sustituirse por frutas enlatadas y congeladas, como la compota de manzana y los vasos de fruta. Los aguacates y los plátanos también funcionan bien. Las sopas y los caldos ayudarán a ablandar la calabaza, las patatas (sin la piel), las zanahorias, los guisantes y otras verduras. Evita todo lo que sea fibroso o esté lleno de semillas, como el quimbombó, las alcachofas y el apio.