T’anta wawa
Esta bebida se consume tradicionalmente el 2 de noviembre, día de las ánimas o “días de muertos”,[1] junto con los llamados t’anta wawa (pan generalmente de sabor no ordinario y rellenos diversos que tiene forma de muñeco, de ahí el nombre ) que son representaciones de los muertos envueltos en una manta[2].
El origen de esta bebida se remonta a la época precolombina, donde los pueblos ancestrales relacionaban la cosecha y la siembra como sinónimos de vida y muerte. Los indígenas de la sierra ecuatoriana celebraban la época de lluvias y a su vez rendían culto a sus familiares fallecidos. Siendo la Colada Morada como símbolo de un feliz viaje de la vida a la muerte. Por la misma razón, exhumaban a sus muertos y compartían con ellos esta bebida tradicional. Como un gran ejemplo en el que celebraban con la colada morada a base de la sangre de las llamas es la cultura Quitu-Cara[3].
Después de ser colonizados por los españoles, la tradición fue adoptada por ellos y la transformaron en una ofrenda religiosa, también con su llegada, trajeron productos como el trigo, con este producto como base, crearon el t’anta wawa que ahora conocemos, y suplantaron las tortillas de zapallo cocidas en la olla, que era lo que comúnmente comían los indígenas en esta celebración.
Rezept piña colada
Nos acercamos a la época del año en que Ecuador se prepara para celebrar Finados, el Día de los Difuntos. Y aunque la cerveza ha dominado repentinamente las festividades estos días gracias al ahora globalizado Octoberfest, todavía no ha cosechado la misma pasión y orgullo para los ecuatorianos que las queridas guaguas de pan y la colada morada.
En Quito, la pasión por esta tradición (que posiblemente se remonta al siglo XIX) se refleja tanto en los que comen como en los que cocinan estos alimentos básicos culinarios, ya que cada año las panaderías de la ciudad se proponen mejorar sus recetas y (sobre todo) embellecer sus creaciones.
Se podría decir, de hecho, que esta tradición puede haber tenido más que ver con la estética que con el sabor. Las guaguas que hoy se venden en los cementerios de Otavalo, por ejemplo, cargadas de simbolismo y siempre tan bonitas, ni siquiera son dulces y probablemente se acerquen más a la receta original. Eso ha cambiado aquí, en Quito. Se han transformado con el tiempo y se han convertido en sabrosas golosinas llenas de sabor, textura… y deliciosos rellenos.
Que es guaguas de pan y colada morada
Varios días antes del 2 de noviembre, fecha oficial para la celebración del Día de los Difuntos en Ecuador, en el interior de los hogares ecuatorianos se preparan dos platos ancestrales y de tradición ecuatoriana: Las guaguas de pan y la colada morada.
La colada se acompaña con pan en figuras humanas o pan guaguas y antiguamente también se podía encontrar en formas de animales. Este pan, rico en manteca y mantequilla, se cubre con pasta de azúcar y por utilizar trigo, se especula que su origen es europeo. En las comunidades andinas, los campesinos suelen comer otros platos típicos de la región como mote, habas, cuyes asados y chicha.
Receta de Guaguas de pan
La Morena es un local ecuatoriano en St. Clair Avenue West regentado por la familia Rosero, que sirve comida informal y tradicional de toda Sudamérica. Desde las empanadas hasta el ceviche, pasando por la sachipapa y el bocadillo de horado, ofrecen al barrio de St. Clair sabores latinos tradicionales y comida auténtica de Latinoamérica.
Este año, para celebrar el Día de los Muertos (2 de noviembre), La Morena vende su versión de Guaguas de Pan y Colada Morada, dos productos arraigados en Latinoamérica que se consumen tradicionalmente para venerar y celebrar a los que han fallecido.
“Esta tradición viene de hace 500 años amigo”, dice Marcel Rosero, patriarca y propietario de La Morena. “Lo que pasaba es que sacaban a los muertos, a la familia muerta, para llevarlos a pasear para celebrar el Día de los Muertos”.
Las Guagas de Pan -traducidas literalmente como bebés de pan- son panes dulces con forma de muñequitos. Es una costumbre tradicional ecuatoriana tomarlas junto con una colada morada para honrar a los que están en el más allá.