Lactancia que
No es necesario que te estreses preparando comida especial para tu hijo de un año. Todo lo que come el resto de la familia lo puede comer él también. Sólo tienes que tener cuidado de evitar la mayor cantidad de sal posible en los alimentos. Por supuesto, esto excluye la mayor parte de la comida para llevar y de los restaurantes, ya que suelen contener mucha sal.
Los pepinos cortados son un tentempié rejuvenecedor en cualquier momento del día. Para facilitar su consumo, la mejor manera de cortarlos es a lo largo, haciendo “palitos de pepino” con forma de patatas fritas. Si es un día caluroso de verano, unos cuantos pepinos pueden evitar fácilmente la deshidratación.
El dal está repleto de proteínas, que ayudan al desarrollo muscular. El curry de dal se puede comer con arroz o chapatti y no tiene un sabor fuerte. Asegúrate de cortar el chapatti en pequeños trozos del tamaño de un bocado.
Procura comprar pollo ecológico, o pollo que esté certificado como libre de tratamientos hormonales. Cocinar demasiado el pollo para que esté más blando es una buena idea para tu hijo. Evita también los aromas muy picantes y corta la carne cocida en trocitos, retirando los huesos antes de dársela a tu hijo.
Hábitos alimenticios de los niños de 3 años
Ahora que tu hijo ha superado su primer cumpleaños, el crecimiento se ralentiza y el apetito disminuye. Además, tu hijo es cada vez más independiente y alimentarlo puede convertirse en un reto. Para asegurarse de que su hijo recibe la nutrición que necesita, tenga en cuenta las siguientes pautas.
Ofrézcale a su hijo una variedad de alimentos de los cinco grupos básicos. Si todavía está amamantando, continúe mientras usted y su hijo lo deseen. Evite los alimentos con alto contenido en azúcar y bajos en nutrientes, como los dulces, los refrescos y los zumos.
¿Puede el bebé comer tomate todos los días?
El crecimiento se ralentiza un poco durante los años de los niños pequeños, pero la nutrición sigue siendo una prioridad. También es el momento en que los padres cambian de marcha, dejando atrás los biberones y entrando en una nueva era en la que los niños comen y beben de forma más independiente.
Los años de los niños pequeños son una época de transición, sobre todo entre los 12 y los 24 meses, cuando aprenden a comer alimentos de mesa y aceptan nuevos sabores y texturas. La leche materna y la fórmula eran perfectas para tu hijo cuando era un bebé, pero ahora es el momento de que los niños pequeños empiecen a obtener lo que necesitan a través de una variedad de alimentos.
Dependiendo de su edad, tamaño y nivel de actividad, los niños pequeños necesitan entre 1.000 y 1.400 calorías al día. Consulta la siguiente tabla para hacerte una idea de la cantidad que debe comer tu hijo y qué tipo de alimentos pueden satisfacer sus necesidades.
Utiliza la tabla como guía, pero confía en tu propio criterio y en las señales de tu hijo para saber si está satisfecho y recibe una nutrición adecuada. La nutrición es una cuestión de promedios, así que no te asustes si no cumples todos los requisitos todos los días; simplemente intenta proporcionar una amplia variedad de nutrientes en la dieta de tu hijo.
Un año de desarrollo
Es muy importante elegir los alimentos adecuados para tu bebé durante el primer año de vida. Durante el primer año se produce más crecimiento que en cualquier otro momento de la vida de tu hijo. Es importante alimentar a tu bebé con una variedad de alimentos saludables en el momento adecuado. Empezar con buenos hábitos alimenticios en esta etapa temprana ayudará a establecer patrones de alimentación saludables para toda la vida.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que todos los bebés, niños y adolescentes tomen suficiente vitamina D a través de suplementos, leche de fórmula o leche de vaca para prevenir complicaciones por la deficiencia de esta vitamina. En noviembre de 2008, la AAP actualizó sus recomendaciones sobre la ingesta diaria de vitamina D para bebés, niños y adolescentes sanos. Ahora se recomienda que la ingesta mínima de vitamina D para estos grupos sea de 400 UI al día, empezando poco después del nacimiento. El profesional de la salud de tu bebé puede recomendarte el tipo y la cantidad de suplemento de vitamina D adecuados para él.