Contra la caza furtiva
Los silvicultores y guardas de caza aplicaron la restricción de los derechos de tiro y caza en terrenos privados durante los siglos XVII y XVIII. Las restricciones negaban a los campesinos el derecho a pescar y cazar, pero la presencia de rifles permitía a los siervos y campesinos practicar la caza furtiva en el siglo XVIII. La caza se utilizó como demostración del dominio aristocrático de la región, y también tuvo un impacto significativo en los patrones de uso de la tierra en el siglo XVIII. Por tanto, la caza furtiva interfería tanto en el poder de la nobleza como en los derechos de propiedad.
Los vertebrados frugívoros, los herbívoros y los depredadores nunca podrán aumentar su población con la misma rapidez con la que son cazados furtivamente. A medida que su población disminuye, el patrón de dispersión de semillas y de depredación se altera, lo que hace que las especies arbóreas con semillas más grandes dominen el bosque, mientras que las de semillas más pequeñas se extinguen localmente.
Las leyes que restringían la caza furtiva a los nobles obligaron a los campesinos a cazar furtivamente, lo que provocó la disminución de la población de numerosas especies animales, especialmente de aquellas cuyas partes del cuerpo se consideraban valiosas. La caza furtiva ha provocado la extinción de múltiples especies animales, como la paloma pasajera, el tigre de Tasmania y la vaca marina de Steller, entre otras.
Datos sobre la caza furtiva
Las personas que practican la caza furtiva lo hacen por diversos motivos, entre ellos para obtener alimentos, placer, medicinas, cuero, trofeos, huesos y otros. En algunas zonas, como China, la caza furtiva está impulsada por la demanda de productos animales muy valorados, como el marfil y las pieles. En otros lugares, la caza furtiva está motivada por la pobreza o el incumplimiento de las normas de caza.
Un ejemplo de caza furtiva es la extracción de huevos de los nidos de las tortugas bobas. Según la Comisión de Conservación de la Pesca y la Vida Silvestre de Florida, las tortugas bobas llegan a las playas de Florida en abril y siguen llegando y poniendo huevos hasta septiembre. Quien sea sorprendido robando estos huevos y sea declarado culpable puede ser condenado a hasta cinco años de prisión federal y/o a pagar una multa de 100 dólares o más por cada huevo.
Uno de los efectos más peligrosos y duraderos de la caza furtiva es la diezma de las poblaciones de animales autóctonos. Cuando un determinado animal, como el elefante africano, es objetivo de los cazadores furtivos, la población del animal puede tardar décadas en recuperarse. Esto, a su vez, afecta al ecosistema al que pertenece el animal. Una reducción de depredadores como los tigres, por ejemplo, puede hacer que las poblaciones de presas crezcan de forma descontrolada, mientras que una reducción de mamíferos frugívoros puede afectar a la dispersión de semillas, alterando la fauna de un ecosistema.
Estadísticas de la caza furtiva
Este artículo responderá a las preguntas sobre qué es la caza furtiva y por qué está tan desviada. También aprenderá más sobre las medidas que todos nosotros podemos tomar colectivamente para evitar que se produzca la caza furtiva. Por último, también aprenderá más información sobre la historia de la caza furtiva y cómo surgió.
Quizá se pregunte: ¿toda la caza se considera furtiva? O, ¿cuál es la diferencia entre alguien que está cazando y la caza furtiva? En realidad, hay algunas diferencias importantes que debe tener en cuenta. No, la caza no es furtiva, pero hay algunas diferencias importantes. Vamos a hablar de ellas.
Sin embargo, también hay otras formas de caza furtiva. Por ejemplo, si matan a un animal que pertenece a una especie protegida, o si entran sin autorización y luego matan a un animal, o si superan el límite de capturas, eso también es caza furtiva.
Hay varias razones por las que la gente decide practicar la caza furtiva, y cada una de ellas es una razón inaceptable para acortar la vida de un animal matándolo. Algunas personas cazan furtivamente para obtener trofeos, materiales valiosos como marfil o pieles, medicinas, huesos o cuero. Por desgracia, los animales mueren para que estas personas egoístas consigan los objetos que quieren de ellos y los desechen.
Caza furtiva de animales
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 de la ONU consagra el uso sostenible de toda la vida silvestre. Su objetivo es tomar medidas para hacer frente a la caza furtiva y al tráfico de especies protegidas de flora y fauna, con el fin de garantizar que estén disponibles para las generaciones presentes y futuras[9].
Mientras que los cazadores furtivos contaban con un fuerte apoyo local hasta principios del siglo XX, el caso de Walder mostró un importante cambio de actitud. Los ciudadanos urbanos seguían teniendo cierta simpatía por el rebelde montañés, mientras que la comunidad local estaba mucho menos a favor[12].
La caza furtiva, al igual que el contrabando, tiene una larga historia en el Reino Unido. El verbo poach deriva de la palabra inglesa media pocchen, que significa literalmente embolsado, encerrado en una bolsa, que es afín a “pouch” (bolsa)[17][18].
En América del Norte, el flagrante desafío a las leyes por parte de los cazadores furtivos llegó a provocar conflictos armados con las autoridades, como las Guerras de las Ostras de la Bahía de Chesapeake, y las operaciones conjuntas de EE.UU. y Gran Bretaña contra la caza furtiva en el Mar de Bering en 1891 por la caza de focas.
Las violaciones de las leyes de caza y de los reglamentos relativos a la gestión de la vida silvestre y a los planes locales o internacionales de conservación de la vida silvestre constituyen delitos contra la vida silvestre que suelen ser punibles[21][22] Las siguientes violaciones y delitos se consideran actos de caza furtiva en EE.UU: