Cómo hacer que la implantación sea un éxito
De acuerdo, has hecho todo el trabajo de seguimiento de la ovulación, has mantenido relaciones sexuales en los momentos “adecuados”, o quizás acabas de someterte a un ciclo de FIV, y ahora estás esperando… y esperando a ver si se ha producido la implantación. La implantación es el proceso por el que el óvulo fecundado (conocido como blastocisto en este momento) se adhiere a la pared del útero. Esto suele ocurrir entre 7 y 10 días después de la ovulación (o de la transferencia de embriones), de ahí la espera de dos semanas.
Esa espera de dos semanas antes de poder realizar una prueba de embarazo puede parecer eterna y el suspenso insoportable. En lugar de rasgarse las vestiduras (y provocar un estrés innecesario), tanto si lo has intentado de forma natural como mediante FIV o inseminación, hay algunas cosas que puedes hacer para favorecer la implantación.
La dieta es realmente importante y, aunque no hay una dieta de implantación “especial” que deba seguir (a pesar de lo que se diga en Internet), puede pensar en cambiar su dieta para ayudar a su cuerpo en el proceso de implantación. En todo caso, será una gran ventaja para si te quedas embarazada. Los estudios han demostrado que el peso antes de la concepción es uno de los principales factores de riesgo para la fertilidad y que las mujeres con un peso saludable tienen más probabilidades de quedarse embarazadas que las mujeres con un IMC (índice de masa corporal) más bajo o más alto. Aunque definitivamente no es el momento de hacer una dieta de choque, céntrate en incluir cereales integrales, proteínas magras, verduras, frutas y lácteos bajos en grasa y en reducir o eliminar de tu dieta los alimentos procesados, el alcohol y la cafeína.
Qué ayuda a la implantación
El éxito del tratamiento de fecundación in vitro (FIV) implica una buena preparación y un cuidado posterior adecuado. Por ello, la Dra. Janelle Dorsett y su equipo de especialistas en fertilidad de Lubbock, TX, se toman muy en serio todos los aspectos del tratamiento de FIV, desde la preparación hasta los cuidados adecuados tras un ciclo satisfactorio.
Muchos pacientes del Centro de Medicina Reproductiva se preguntan qué deben comer después de un ciclo de FIV. La dieta puede aumentar las posibilidades de un embarazo sin problemas y de un nacimiento sano. A continuación vamos a tratar brevemente algunas de estas cuestiones.
Su alimentación puede tener un gran impacto en su fertilidad y su bienestar general. Comer mal le pone en riesgo de sufrir una serie de problemas de salud, algunos de los cuales pueden repercutir en su fertilidad. Por ello, nuestro equipo de fertilidad insiste en la importancia del bienestar general de los pacientes. Esto significa comer bien, hacer ejercicio regularmente y encontrar formas saludables de desestresarse.
En última instancia, la mejor opción dietética antes y después del tratamiento de FIV es comer como si ya estuviera embarazada. No nos referimos a satisfacer preventivamente todos los antojos que pueda experimentar durante el embarazo, sino a que debe intentar comer lo más sano posible. Hemos comprobado que las pacientes de nuestra clínica de fertilidad de Lubbock que comen de forma saludable y hacen ejercicio con regularidad tienen más probabilidades de quedarse embarazadas gracias a la FIV que las que no tienen hábitos alimentarios saludables.
Consejos para las dos semanas de espera
1. Todos los pacientes recibirán una llamada telefónica entre 24 y 48 horas antes de la cita y rellenarán un cuestionario de preselección con preguntas sobre su historial de viajes en los últimos 14 días y la presencia de síntomas respiratorios (fiebre de 100,4 o superior, tos, dolor de garganta, dificultad para respirar) en los últimos 14 días.
2. Todos los pacientes y visitantes rellenarán el mismo cuestionario de preselección con un miembro del personal del HCRM antes de entrar en la clínica el día de la cita. Por favor, espere 5 minutos más antes de su cita para completar la preselección. Es posible que un paciente tenga que reprogramar su cita en función de los síntomas o del historial de viajes.
3. El HCRM solicita que los pacientes acudan a la clínica sin compañía, dejando a sus parejas/apoyo esperándolos en casa o en sus vehículos cuando sea posible. Solicitamos que los pacientes no traigan niños a su cita.
La salud y el bienestar general marcan una gran diferencia en lo que respecta a la fertilidad y a las posibilidades de quedarse embarazada. Si come comida basura o alimentos con muchas calorías pero sin valor nutricional, podría estar afectando negativamente a su salud reproductiva. A veces, modificar la dieta puede aumentar las posibilidades de conseguir un embarazo, tanto en el caso de la concepción natural como en el de los tratamientos de fertilidad, como la fecundación in vitro (FIV).
Alimentos que deben evitarse durante la implantación
¿Sabías que hay alimentos específicos que puedes consumir para favorecer la implantación? Aunque no hay ningún “alimento mágico” que garantice el éxito, la incorporación de algunos de estos alimentos a tu dieta puede aumentar tus posibilidades.
Es posible que hayas pensado en mejorar la calidad de tus óvulos y en asegurarte de que el esperma de tu pareja está en condiciones óptimas, pero preparar tu útero para la implantación es otro paso esencial a la hora de aumentar tus posibilidades de quedarte embarazada.
Aunque solemos pensar en las tasas de implantación cuando hablamos de FIV o FET (transferencias de embriones congelados), mejorar las posibilidades de implantación es importante para todas las personas que desean quedarse embarazadas.
La mayoría de los médicos estarán de acuerdo en que hay algunos alimentos que definitivamente no ayudan a la fertilidad. Demasiados alimentos procesados, productos con azúcar blanco y una dieta baja en proteínas y alta en carbohidratos probablemente no te harán ningún favor.
“…las mujeres que consumían el dos por ciento de sus calorías diarias en forma de grasas trans -lo que se traduce en cuatro gramos de grasa para una mujer que consume 1.800 calorías al día- presentaban un 73 por ciento más de posibilidades de desarrollar infertilidad ovulatoria que las que consumían esas calorías en forma de carbohidratos”.