Mala circulación sanguínea deutsch
El sistema circulatorio de su cuerpo es responsable de cosas como el control de la temperatura corporal, la lucha contra las enfermedades y el suministro de oxígeno y nutrientes a diferentes partes del cuerpo. Cuando el flujo sanguíneo y la circulación se ven comprometidos, puedes empezar a experimentar síntomas de mala circulación sanguínea.
Múltiples afecciones, como la diabetes, la obesidad y las afecciones cardíacas, pueden provocar una mala circulación sanguínea. Pero la mala circulación de la sangre no es una enfermedad en sí misma, sino que es sólo un síntoma de otros problemas de salud subyacentes. Veamos los signos más comunes de mala circulación sanguínea y sus causas.
Diferentes afecciones médicas pueden provocar distintos tipos de mala circulación sanguínea. Por ejemplo, los lugares más comunes de pérdida de circulación son las extremidades, como las piernas y los brazos. Sin embargo, supongamos que la mala circulación está causada por una afección como la enfermedad arterial periférica. En ese caso, podría provocar una disfunción eréctil, además de la sensación más común de dolor, entumecimiento y hormigueo. Estos son los síntomas más comunes de la mala circulación sanguínea:
Cómo mejorar la circulación
A pesar de que se piensa que es un problema al que se enfrentan principalmente las personas mayores, la mala circulación sanguínea no se limita a los ancianos. Algunas de las causas más comunes de la mala circulación sanguínea de las piernas son:
La mala circulación de la sangre en las piernas y los pies no sólo es incómoda, sino que puede causar problemas que ponen en peligro la vida si no se controla. Busque siempre asistencia médica si sufre alguno de los síntomas, especialmente si le han diagnosticado una de las causas conocidas de mala circulación sanguínea.
Si usted o un ser querido sufren de mala circulación, uno de los primeros síntomas que puede notar es el frío en las piernas y los pies. Por muy desagradables que sean las extremidades frías, la mala circulación puede ser un síntoma de una enfermedad subyacente más grave.
Aunque ciertos factores como la edad y las condiciones meteorológicas pueden afectar a la circulación sanguínea, le recomendamos que hable con un médico especialista en enfermedades vasculares si nota alguno de estos síntomas, ya que los problemas circulatorios no tratados pueden provocar dolencias potencialmente mortales.
Cómo mejorar la circulación de los pies
Una buena circulación es importante para la salud. El sistema circulatorio del cuerpo transporta el oxígeno y los nutrientes por todo el cuerpo, llevando la sangre a los órganos y tejidos. Algunas enfermedades crónicas, como la diabetes de tipo 2, pueden provocar una mala circulación sanguínea. Cuando la circulación es limitada, surgen otros problemas de salud. Afortunadamente, los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a mejorar la circulación y prevenir posibles complicaciones.
Los síntomas de la mala circulación suelen presentarse en los brazos y las piernas. Los síntomas pueden incluir hormigueo, entumecimiento, hinchazón, calambres musculares, frialdad en los pies o las manos, palpitaciones dolorosas o escozor. Hay muchos otros síntomas que están relacionados con la causa subyacente de la mala circulación. Por ejemplo, las enfermedades arteriales periféricas pueden afectar a la función eréctil. Otro ejemplo es que quienes tienen diabetes pueden notar que sus heridas se curan más lentamente.
Si experimenta alguno de estos síntomas, su médico realizará un historial médico completo para buscar la causa subyacente de la mala circulación. También puede realizar pruebas de presión arterial, análisis de sangre e imágenes de ultrasonido para diagnosticar los problemas de salud que causan la mala circulación. Cuando experimente una mala circulación en las piernas, visite a un especialista en venas de las piernas para que le realice un mapeo de venas por ultrasonido para identificar la causa de sus problemas de circulación.
Aterosclerosis
La mala circulación se produce cuando algunas partes del cuerpo, especialmente las manos y los pies, reciben una cantidad insuficiente de sangre. El exceso de azúcar en el torrente sanguíneo de las personas con diabetes puede hacer que los vasos sanguíneos se estrechen, lo que reduce la cantidad de sangre que fluye. Esto puede provocar una serie de complicaciones, desde pequeños dolores y daños en los nervios de los pies hasta la enfermedad arterial periférica (EAP), el infarto de miocardio y el ictus.
Por eso es esencial estar atento a los problemas circulatorios para poder abordarlos con prontitud y no causar más complicaciones. Para ayudarle a entender a qué debe prestar atención, hemos elaborado esta lista de algunos de los signos de advertencia más comunes de la mala circulación.
Cuando la sangre no es capaz de proporcionar los nutrientes suficientes para el crecimiento del cabello, se produce su caída. A lo largo de unos meses, es posible que notes que el pelo no crece en las piernas, los pies y los tobillos, o que lo hace a un ritmo más lento de lo habitual.
Al llegar menos sangre a las células de los pies, la piel puede resecarse y agrietarse. Las células nuevas no se crean con la misma rapidez que en un individuo sano, y las viejas células muertas aparecen como piel seca, que pronto puede convertirse en heridas abiertas.