1
Es un mito común que ponerse en forma consiste únicamente en comer sano y hacer ejercicio. En realidad, crear un estilo de vida saludable y mantenerlo no consiste sólo en esos dos factores, sino también en ser capaz de mantener una actitud positiva, una salud mental fuerte y una imagen saludable de uno mismo. Aunque hay un montón de consejos por ahí sobre cómo lograr un estilo de vida saludable, aquí hay algunos factores clave a tener en cuenta:
Beber más agua. La mayoría de nosotros no bebemos suficiente agua cada día, pero es esencial para que nuestro cuerpo funcione correctamente. El agua es absolutamente necesaria para llevar a cabo nuestras funciones corporales, eliminar los residuos y transportar los nutrientes y el oxígeno por todo el cuerpo. Como el agua se expulsa cada día a través de la orina, las deposiciones, la transpiración y la respiración, necesitamos reponer la cantidad de agua en nuestro cuerpo constantemente. La cantidad de agua que necesitamos depende de varios factores, pero en general un adulto medio necesita de dos a tres litros al día. Una buena forma de saber si estamos consumiendo suficiente agua es a través de la orina, que debe ser incolora o de color amarillo pálido.
Ejemplos de estilos de vida saludables
Para nosotros, estar sano es más que pensar en lo que es bueno para la salud física, es pensar también en la salud mental. Ambas cosas están conectadas; por ejemplo, sabemos que el estrés crónico puede tener graves repercusiones negativas en el cuerpo y en el estado de ánimo si no se gestiona bien.
Por eso es importante pensar en tener una rutina equilibrada que incorpore tus diferentes necesidades y deseos. Establecer una rutina también puede ayudarnos a sentirnos con los pies en la tierra y darnos estructura y estabilidad en tiempos difíciles y cambiantes.
Recuerda que tu rutina es lo que funciona para ti. También es útil probar algo y luego ajustarlo para que se adapte a tus necesidades. Las cosas cambian, algunos días no tienes tanta energía como otros, si tienes que adaptar tu horario, entonces está bien que lo hagas.
Dormir lo suficiente y de buena calidad es beneficioso para tu bienestar y podrías beneficiarte de crear un horario de sueño. Si el sueño es algo que le cuesta, puede intentar establecer una rutina para acostarse. Por ejemplo, toma una bebida caliente una hora antes de acostarte y apaga todas las pantallas al menos treinta minutos antes de dormir.
Blog de estilo de vida saludable
Estamos deseando que empieces a experimentar todos los cambios positivos del Plan de Estilo de Vida Saludable. Pronto podrá experimentar un día en el que esté lleno de energía y vitalidad. Donde parezca que los relojes han retrocedido a una época anterior a tu aumento de peso o cuando la mala salud se apoderó de tu vida. Poder volver a ponerse los vaqueros y disfrutar de la libertad y la confianza de haber recuperado el peso ideal. Esto es lo que puede hacer por ti el Plan de Estilo de Vida Saludable.
Para conseguirlo vas a tener que hacer algunos cambios clave en tu estilo de vida. No es fácil cambiar tus hábitos diarios, pero con nuestra ayuda y el sistema de puntuación del Plan de Estilo de Vida Saludable puedes empezar a llevar un estilo de vida saludable desde hoy mismo.
Ofrecemos una prueba gratuita de 7 días en todos nuestros planes. Esto le permitirá sumergirse directamente y ver si el Plan de Estilo de Vida Saludable es adecuado para usted antes de hacer cualquier compromiso financiero. Simplemente seleccione la duración de su membresía – ¡cuanto más largo sea su paquete de membresía, más ahorrará!
Beneficios de un estilo de vida saludable
El interés por esta dieta comenzó en la década de 1950, cuando se observó que las enfermedades cardíacas no eran tan frecuentes en los países mediterráneos como en EE.UU. Desde entonces, numerosos estudios han confirmado que la dieta mediterránea ayuda a prevenir las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares.
El aceite de oliva es la principal fuente de grasa añadida en la dieta mediterránea. El aceite de oliva aporta grasas monoinsaturadas, que reducen los niveles de colesterol total y de lipoproteínas de baja densidad (o “malo”). Los frutos secos y las semillas también contienen grasas monoinsaturadas.