Pérdida de peso por meriendas saludables a última hora de la noche
Lo que su hijo come durante el día puede influir en su sueño durante la noche. Un tentempié ligero en la hora anterior a la hora de acostarse puede ser útil para algunos niños. Evite las comidas copiosas, ya que pueden dificultar el sueño, pero también tenga en cuenta que si su hijo empieza el día antes puede deberse al hambre.
Es mejor evitar el azúcar, pero también hay que tener en cuenta los niveles naturales de azúcar cuando se le da un pequeño tentempié. La fruta y el zumo de fruta natural contienen azúcar y un exceso de ellos demasiado cerca de la cama puede proporcionar un subidón de energía. Evita la cafeína a partir del final de la tarde. No sólo está presente en el té y el café, sino también en el chocolate caliente y las bebidas gaseosas.
Los plátanos son una excelente fuente de magnesio y potasio. También contienen triptófano, un aminoácido que nos ayuda a dormir, pero no olvides que la fruta también contiene azúcar. Mezcla un plátano con una taza de leche o leche de soja para preparar una bebida ideal para dormir.
En un pequeño estudio se descubrió que las cerezas, especialmente las ácidas, aumentan de forma natural la producción de melatonina. Puedes probar a tomar un vaso de zumo de cereza (disponible en la mayoría de tiendas de productos naturales) o una ración de cerezas frescas, congeladas o secas antes de acostarte.
Recetas para niños pequeños
¿Te preguntas por qué tus hijos no consiguen dormirse a una hora decente por la noche? ¿O tus hijos se quejan de que les duele el estómago en mitad de la noche? Pues bien, lo más probable es que estos sean signos de que su hijo está respondiendo a la comida que ha tomado para cenar o como merienda antes de acostarse. Mientras que algunos tentempiés pueden ser saludables para tu hijo y ayudarle a conciliar el sueño, otros alimentos pueden provocar desvelos, dolor de estómago y reflujo ácido.
Los cereales pueden parecer el tentempié rápido perfecto para tu hijo si se queja de tener hambre justo antes de acostarse. Al fin y al cabo, son rápidos y no requieren casi ninguna preparación. Sin embargo, los cereales azucarados (ya los conoces) se digieren rápidamente, lo que provoca un pico de azúcar. Los picos de azúcar afectan a los niños de forma muy diferente a los adultos y esto podría llevar a una noche entera de interrupción del sueño o de sueño ligero, ya que su hijo puede experimentar un aumento de los niveles de azúcar en la sangre que le haga pasar la noche en vela.
Al igual que los cereales azucarados, los refrescos pueden crear un pico en los niveles de azúcar de su hijo, lo que hace que los adultos necesiten una bebida energética para conseguirlo. Además de la estimulación del azúcar, la carbonatación de un refresco puede causar dolor de estómago y malestar. Los refrescos se recomiendan como uno de los alimentos que hay que evitar en todo momento, pero especialmente antes de acostarse.
Alimentos para el sueño
Muy pocos niños duermen lo que su mente y su cuerpo necesitan. De hecho, por término medio, duermen una hora menos de lo recomendado cada noche. Aunque la televisión, el estrés y las pesadillas son factores que suelen perturbar el sueño de los niños, las decisiones tomadas en la mesa también pueden desempeñar un papel importante en la calidad del sueño de un niño. Y no se trata sólo de subidas de azúcar: hay muchas formas inesperadas en que las elecciones de alimentos afectan al sueño, para bien o para mal.
Evita el brócoli o la coliflor: Aunque estas verduras contienen muchos nutrientes importantes, si se comen demasiado cerca de la cama pueden hacer que el cuerpo de tu hijo trabaje hasta altas horas de la noche. Su alto contenido en fibra es difícil de digerir y puede obligar al estómago del niño a trabajar más de la cuenta cuando debería estar preparándose para dormir.
Come espinacas en su lugar: Estas hojas ricas en magnesio activan la producción de melatonina, la hormona que regula los patrones de sueño. Una ración de espinacas puede ayudar a un niño a sentirse lo suficientemente somnoliento a la hora de acostarse como para dormirse a su hora. Si tus hijos, como muchos, desconfían de las espinacas, prueba a saltearlas con un poco de aceite de oliva y ajo para añadirlas al arroz o a los huevos, o a rellenar el pollo.
Cuántas comidas 1 año
Realizar una actividad que haga subir el ritmo cardíaco de tu hijo durante unos 15-30 minutos al final del día puede ayudar a eliminar el exceso de energía. Por ejemplo, saltar en la cama elástica, brincar, andar en patineta, bicicleta, juegos de pelota, bailar, persecución, carreras, carreras de obstáculos, caminar a paso ligero. Intenta hacerlo antes de la cena o, si cenas temprano, poco después. No obstante, asegúrate de que tu hijo no hace ningún ejercicio riguroso dos horas antes de acostarse, ya que puede acabar teniendo el efecto contrario y mantenerlo despierto.
Si tu hijo tiene dificultades para acostarse por la noche, fíjate en la hora a la que le metes en la cama y en la hora a la que se despierta. La mayoría de los niños necesitan entre 8 y 12 horas de sueño por noche, dependiendo de su edad, nivel de actividad y necesidades individuales. Intenta determinar aproximadamente cuánto necesita y, a continuación, intenta que la hora de acostarse y la de despertarse coincidan todos los días. Por ejemplo, si tu hijo se queda despierto hasta muy tarde una noche y tiene un historial de dificultades para acomodarse por la noche, no lo compenses permitiéndole dormir hasta más tarde al día siguiente, ya que esto puede interferir con su ciclo de sueño y vigilia, y puede crear más dificultades al intentar acomodarse para dormir la noche siguiente.