No como fruta
Una dieta rica en verduras y frutas puede disminuir la presión arterial, reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y derrames cerebrales, prevenir algunos tipos de cáncer, reducir el riesgo de problemas oculares y digestivos, y tener un efecto positivo sobre el azúcar en sangre, lo que puede ayudar a mantener el apetito bajo control. El consumo de verduras y frutas sin almidón, como las manzanas, las peras y las verduras de hoja verde, puede incluso favorecer la pérdida de peso. [1] Su baja carga glucémica evita los picos de azúcar en sangre que pueden aumentar el hambre.
Existen al menos nueve familias diferentes de frutas y verduras, cada una de ellas con cientos de compuestos vegetales diferentes que son beneficiosos para la salud. Coma una variedad de tipos y colores de productos para dar a su cuerpo la mezcla de nutrientes que necesita. Esto no sólo garantiza una mayor diversidad de sustancias químicas vegetales beneficiosas, sino que también crea comidas atractivas.
5 preguntas comunes sobre las frutas y las verduras. ¿Ha dudado en llenar su carro de la compra con productos de colores debido a las preocupaciones que aparecen en los artículos y debates en línea?
Qué pasa si no comes fruta
Consejos para animar a su hijo a comer más fruta y verduraDietistas registrados (RDs) del departamento de Nutrición Clínica del Hospital Infantil Lucile Packard presentan consejos y artículos sobre la alimentación y enlaces a otros sitios web excelentes para obtener información sobre nutrición, ideas, diversión y juegos. Agosto de 2011A finales del año pasado, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos dieron a conocer las Guías Alimentarias de 2010 y ahora han sustituido la Pirámide Alimentaria por otro enfoque, MiPlato. Ambos conceptos tienen base científica y sus objetivos son:
No puedo comer fruta
Mantener un peso saludable no tiene por qué ser una lucha. Puedes disfrutar de la misma cantidad de comida con menos calorías simplemente sustituyendo los ingredientes con alto contenido calórico por frutas y verduras. El agua y la fibra que contienen añaden volumen a tus comidas y te llenan más fácilmente. Como además son ricas en nutrientes vitales para las funciones de nuestro organismo, las frutas y verduras son indispensables para nuestra salud. ¿Sabías que
Todo el mundo debería comer 2 raciones de fruta y 2 raciones de verdura al día. Las hortalizas con almidón o de raíz, como las patatas y el maíz, no cuentan para las 2 + 2 raciones, ya que tienen almidón y son más parecidas al arroz o al pan.
Asegúrate de abastecerte de fruta y verdura congelada, o de productos enlatados y secos etiquetados con el Símbolo de Elección Saludable (HCS) en caso de que se agoten tus existencias frescas. Estas opciones también son nutritivas y ofrecen una mayor variedad a tu dieta.
No como fruta pero sí verduras
¿No puedes atragantarte con otra ración de brócoli? Puede que no necesites comer tanto como crees: comer toneladas de frutas y verduras puede no ser más protector para ayudarte a vivir más tiempo que comer sólo unas pocas porciones al día, según sugiere un nuevo estudio publicado en The Lancet.
En el estudio, los investigadores interrogaron a más de 135.000 personas de 18 países diferentes sobre sus hábitos alimentarios y de estilo de vida, así como sobre su historial de salud. Después, les hicieron un seguimiento durante una media de 7 años para ver cuántos morían.
¿Los resultados? El consumo de frutas y verduras estaba relacionado con un menor riesgo de muerte durante el transcurso del estudio. Pero el beneficio llegó a su punto máximo con tres o cuatro raciones al día: Los que alcanzaron esa marca tenían un 22% menos de probabilidades de morir por cualquier causa que los que comían una porción o menos al día.
Estudios anteriores -como ya informamos en su día- han relacionado un mayor consumo de frutas y verduras con un menor riesgo de padecer enfermedades graves. Por ejemplo, el consumo de unos 250 gramos de fruta y verdura al día, es decir, unas 2,5 raciones, se relacionó con una reducción del 18% de los accidentes cerebrovasculares y del 4% del cáncer.