Ingredientes mediterráneos
Semana 1 – Salónica y las glorias de Grecia: Salónica es un paraíso para los amantes de la cocina, conocida por su calidad, variedad y la mezcla de recetas tradicionales con tendencias modernas. Esta cocina se caracteriza por el uso del feta, las aceitunas y la miel, además de especias como el orégano, la menta, el eneldo y el tomillo.
Semana 2 – Nápoles, Palermo y el sur de Italia: La base de la historia de la cocina italiana. La cocina del sur de Italia está repleta de sabores atrevidos, que se reflejan en los tomates, el aceite de oliva y la abundancia de hierbas frescas.
Semana 3 – Marsella, Barcelona, Sevilla (La costa mediterránea francesa y española): Un menú sano y sabroso recorre la costa. Los sabores del marisco fresco, el ajo, las legumbres, las hierbas y las verduras unen estas regiones.
Semana 5 – Beirut, Damasco y Jerusalén – El Levante (Líbano, Siria, Egipto e Israel): La cocina levantina está repleta de hierbas frescas y especias como el comino, la cúrcuma y el cardamomo, además de una gran variedad de frutos secos y legumbres. Los platos más populares son el humus, el falafel y el shawarma, pero hay mucho más que esta región puede ofrecer.
Pollo mediterráneo
La cocina de Oriente Medio incluye muchos productos frescos, legumbres secas, aceitunas, aceite de oliva, yogur, perejil fresco, menta, cordero, pollo y pescado. La cocina utiliza muchas especias, como el zumaque, el comino, la pimienta de Jamaica, la canela y la pimienta de cayena, que se utilizan en abundancia. Otros sabores dominantes en la cocina de Oriente Medio son el zumo de limón, la tahina y las aguas con sabor a flores. Hemos seleccionado algunas recetas en las que se utilizan mucho el yogur, la menta y el aceite de oliva:
El shakshuka, originalmente un plato tunecino, se ha hecho popular en todo Oriente Medio. Aquí, en Israel, lo encontrará en el menú de la mayoría de los restro-cafés. La receta original lleva pimientos verdes picantes, pero también encontrará calabacines, berenjenas y patatas como ingredientes adicionales. El queso blanco salado, como el Feta, añade una dimensión adicional al plato.
La base del shakshuka es una salsa de tomate muy bien condimentada. Algunos cocineros cocinan los tomates durante horas hasta que la salsa esté espesa y se hayan desarrollado todos los sabores. Para los cocineros ocupados, es posible que no quieran pasar más de media hora preparando este plato, así que si pueden conseguir una salsa de tomate ya preparada (con cebolla, ajo, albahaca, etc.), lo único que tienen que hacer es condimentarla a su gusto antes de añadir los huevos.
Sabores de Oriente Medio
Nos encanta inspirarnos en los sabores y tradiciones del Mediterráneo. Aunque este tipo de cocina abarca una amplia gama de culturas, algunos ingredientes esenciales destacan en todo el menú: Proteínas magras, frutas y verduras frescas, abundantes cereales integrales, deliciosas grasas saludables como el aceite de oliva y, por supuesto, el vino.
Hemos reunido algunos de nuestros consejos, comidas y sorbos favoritos que muestran la esencia de la cocina mediterránea, además de recetas sencillas que dan vida a los ingredientes frescos. En el centro de todo ello está el deseo de compartir, conectar y disfrutar de la compañía de amigos y familiares en una comida satisfactoria. Así que reúna a sus seres queridos, sirva algunos platos de inspiración mediterránea y mantenga la conversación (y el vino) fluyendo.
Frutas mediterráneas
A pesar de las frecuentes idas y venidas sobre lo que hay que comer -o no- para promover la salud y el bienestar, algunos patrones dietéticos han resistido la prueba del tiempo, proporcionando longevidad y sostenibilidad. La dieta mediterránea tradicional es un ejemplo emblemático. La zona que bordea el mar Mediterráneo es culturalmente diversa y abarca 23 países, entre ellos Grecia, Italia, España, Francia, Líbano, Turquía y los países del norte de África. Aunque hay variaciones en los alimentos tradicionales de un país concreto, hay un considerable solapamiento, lo que da lugar a cocinas deliciosas y distintivas que comparten atributos nutricionales.
En su forma clásica y más estudiada, la dieta mediterránea es la forma en que comían los habitantes de las zonas olivareras de Creta, Grecia y el sur de Italia a finales de la década de 1950 y principios de la de 1960. Según la doctora Antonia Trichopoulou, presidenta de la Fundación Helénica para la Salud y directora del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud para la Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Atenas (Grecia), este es el periodo de tiempo en el que la región superó las dificultades económicas tras la Segunda Guerra Mundial y la gente tenía suficiente para comer, pero antes de que los cambios socioeconómicos introdujeran más carne, alimentos procesados y aceites vegetales.