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El planteamiento de “esperar y ver” en el caso de los niños que hablan tarde es el resultado de ideas erróneas sobre el desarrollo típico del lenguaje. “Todos los niños se desarrollan a su propio ritmo” es otra frase habitual con la que se encuentran los padres cuando buscan una explicación al retraso en el desarrollo de un niño. Aunque los niños se desarrollan hasta cierto punto a su propio ritmo, sabemos que hay ciertos hitos que deben alcanzarse a una edad determinada. Cuando no se alcanzan, es motivo de preocupación. Mientras que algunos niños parecen ponerse al día por sí solos, otros no lo hacen.
Veamos lo que la investigación nos dice sobre los niños que llamamos habladores tardíos. Obsérvese que en este caso no se trata de niños con retrasos físicos o del desarrollo, como la parálisis cerebral, el síndrome de Down o el autismo, ni de los que tienen apraxia infantil (dificultad para coordinar los músculos utilizados para producir el habla) ni de los niños con una dificultad específica para comprender y producir el lenguaje, conocida como “retraso o trastorno del lenguaje”.
Un “hablador tardío” es un niño pequeño (entre 18 y 30 meses) que tiene una buena comprensión del lenguaje, un desarrollo típico de las habilidades de juego, de las habilidades motoras, del pensamiento y de las habilidades sociales, pero que tiene un vocabulario hablado limitado para su edad. La dificultad que tienen los niños que hablan tarde es específicamente con el lenguaje hablado o expresivo. Este grupo de niños puede ser muy desconcertante porque tienen todos los componentes básicos del lenguaje hablado, pero no hablan o hablan muy poco.
Un niño de 18 meses que habla sin sentido
Al igual que ocurre con otras habilidades e hitos, la edad a la que los niños aprenden el lenguaje y empiezan a hablar puede variar. Conocer un poco el desarrollo del habla y el lenguaje puede ayudar a los padres a saber si hay motivos de preocupación.
Un bebé que no responde a los sonidos ni vocaliza debe ser revisado por un médico de inmediato. Pero, a menudo, a los padres les resulta difícil saber si su hijo está tardando un poco más en alcanzar un hito del habla o del lenguaje, o si hay algún problema.
Muchos niños con retraso en el habla tienen problemas de motricidad oral. Esto ocurre cuando hay un problema en las áreas del cerebro responsables del habla. Esto dificulta la coordinación de los labios, la lengua y la mandíbula para emitir los sonidos del habla. Estos niños también pueden tener otros problemas de motricidad oral, como problemas de alimentación.
Los problemas de audición también pueden afectar al habla. Por eso, un audiólogo debe examinar la audición de un niño siempre que haya un problema de habla. Los niños que tienen problemas de audición pueden tener problemas para decir, entender, imitar y utilizar el lenguaje.
Si su hijo puede tener un problema, es importante que acuda inmediatamente a un logopeda. Puedes buscar un logopeda por tu cuenta o pedir a tu médico que te remita a uno.
Niño muy activo que no habla
Los niños se desarrollan a su propio ritmo, por lo que puede resultar confuso y a veces preocupante que las habilidades lingüísticas de tu hijo parezcan estar por debajo de las de otros niños pequeños. Si tu hijo de 20 meses no utiliza más que unas pocas palabras, puede haber un problema subyacente, como un problema de audición u otro retraso en el desarrollo.
Existe la posibilidad de que estos retrasos sean temporales. Si tu hijo parece oír, entender y seguir instrucciones a pesar de no hablar mucho, y no hay otros signos de retraso en el desarrollo, es posible que simplemente esté en su propia línea de tiempo. De hecho, uno de cada cinco niños aprende a hablar y a utilizar una mayor variedad de palabras más tarde que otros niños de su edad.
La capacidad de comunicación de un niño suele crecer enormemente entre los 1 y los 2 años. Durante este tiempo, su vocabulario se amplía hasta 100 palabras, y los niños pequeños pasan de decir palabras sencillas (“mamá”, “papá” y “adiós”) a decir frases de dos palabras y preguntas, como “¿Qué es eso?” y “¡Más zumo!”.
Los niños con hermanos mayores y los hijos de padres que practican la crianza con apego pueden hablar más tarde. A veces, un hermano mayor se encarga de hablar por un niño más pequeño. Además, un padre que conoce las señales de su hijo suele satisfacer sus necesidades antes de que el niño lo notifique verbalmente.
El niño de 18 meses no habla ni camina
No te preocupes si tu hijo no habla mucho a los 18 meses. La edad a la que los niños aprenden a hablar puede variar mucho. Si su hijo tarda un poco más de lo normal, no debería afectar a su desarrollo posterior.
Lo ideal es que a los 18 meses tu hijo conozca entre 6 y 20 palabras y entienda muchas más. Si tu hijo dice menos de seis palabras, habla con tu médico de cabecera para que te aconseje. Es probable que aún no lo haya conseguido, pero si hay un problema, es conveniente pedir ayuda antes.
Habla con él mientras realizas actividades cotidianas como lavar los platos o cambiarle el pañal. Señala las cosas que veas cuando salgas a la calle. Si le haces una pregunta, deja una buena pausa para animarle a responder.
Las señales visuales también ayudarán a tu hijo a entender lo que le estás diciendo. Por ejemplo, si quieres que se acerque a ti, extenderle la mano le ayudará a comprender lo que quieres decir cuando le dices “ven aquí, por favor”.
Repite lo que oigas que tu hijo intenta decirte, aunque no lo diga claramente. Amplía lo que dice. Así, si tu hijo dice “nana” cuando quiere un plátano, puedes decirle “Sí, aquí tienes un plátano”.